¿Cuántos militantes (pasivos o activos) tendrá el otrora gran Partido Liberal?
Difícil pregunta, tan difícil que me atrevería a afirmar que ni el mismo Partido Liberal tiene una leve sospecha de cuántos votantes tiene, y cuando aquel partido (al igual que casi todos los demás), en vez de hacer una consulta interna, acude a la forma fácil y efectiva, aunque carísima, cosa que a nadie importa, y escogen que sea la maquinaria del Estado la que cuente los votos ajenos.
Lo normal y lógico hubiera sido que el partido hubiera hecho la consulta de forma interna, en las diferentes sedes que tenga en el territorio nacional, y donde no tenga pues la solución es sencilla: poner mesitas en la calle para que quien quiera vote y de paso le entregan papelitos y volantes sobre las bondades de esa agremiación.
Donde el partido no tenga pues la solución es sencilla:
poner mesitas en la calle para quien quiera vote
y de paso le entregan volantes sobre las bondades de esa agremiación
Pero no, como la ética y el concepto de dinero público frente al dinero de cada cual en su bolsillo no son más que conceptos etéreos, pues este domingo los colombianos (incluidos godos y comunistas, los del cambio ese y los del Centro descentrado, cristianos y liberales) votarán para designar al candidato liberal a las presidenciales entre Cristo y De la Calle.
Y como es una nimiedad, que ese chiste cueste cuarenta mil o cincuenta mil millones de pesos pasa a la historia, y solo recordaremos la cara feliz del ganador que pronto será perdedor.
Y hablando de…
Y hablando de consultas, qué bien hubiera sido que en vez de aquella inocua consulta, se le pregunte a los colombianos qué tan bonito ver que le den vía libre a los Emiratos Árabes para que saquen oro en el Páramo de Santurbán.