No todo el que protesta es un delincuente, un guerrillero, un terrorista o un desadaptado, pero sí puede ganarse todos esos epítetos si incendia una estación de gasolina, un almacén de repuestos, un almacén de ropa y, sobre todo, una escuela pública. Pero, más aún, cuando todos esos incendios a lugares específicos terminan afectando otras propiedades con grandes pérdidas económicas y creando, por supuesto, pánico general.
Eso fue lo que hizo de manera deliberada y con frialdad Jose Angel Felan, un sujeto de 32 años de origen hispano y de nacionalidad norteamericana, durante una protesta en la ciudad de St. Paul, en Minnesota (Estados Unidos), días después de que muriera lamentablemente el afroamericano George Floyd.
La acción delincuencial la hizo acompañado de su esposa, una hermosa joven iraquí con quien se había casado, llamada Mena Yousif, de 22 años, que había llegado a los 4 años a Minnesota con sus padres huyendo de la guerra en su país. Esta joven mujer estudió en una universidad comunitaria y se ganó una beca de la American Business Women 's Association de Rochester. Pero su sueño quedó interrumpido por seguir a un vándalo que, entre otras cosas, no era ninguna perita en dulce: había tenido problemas con la justicia en Texas y en Minnesota por asalto agravado y posesión de cocaína.
La parejita, por supuesto, estaba en la mira de las autoridades, porque ese día de la revuelta había muchas cámaras y muchos celulares grabando los hechos violentos, y ellos quedaron registrados. Y fue tan exhaustiva la investigación que lograron obtener, gracias a un informante, la foto de la boda de Felan con Mena. Pues bien, se inició la cacería.
Durante la huida, Mena Yousif quedó embarazada y dio a luz a un niño.
Como supieron que los estaban buscando, se fueron para Texas (allá vivía la familia del vándalo), pero como les estaban respirando en la nuca, huyeron hacia México, pensando ellos que la mano de la justicia americana no llegaría hasta allá. Y en realidad no llegó, pero sí fueron detectados por una cámara de fabricación china que podía hacer detección facial.
La cámara logró identificar a Mena Yousif. Terminaron arrestados y extraditados a Estados Unidos. Hoy enfrentan graves cargos, años de prisión, con un niño sin el cuidado y el cariño de sus padres, con un hermano de Jose Felan arrestado por ayudar en la huida, pero, sobre todo, con los sueños de una joven que malogró su proyecto de vida, el cual iba por buen camino, por enamorarse de la persona equivocada, que la ha llevado a vivir un absurdo infierno.
Hace poco Jose Felan escribió una nota desde la cárcel diciendo que él está bajo prisión por participar en las protestas, pero no es así, miente: él está en la cárcel por incendiar varios locales comerciales y una escuela pública. Las cámaras registraron el hecho criminal.