El 27 de julio de 2017 el país veía una de las escenas más esperadas en más de medio siglo: en Mesetas, Meta, el mismo lugar donde la guerrilla se había asentado y había creado su centro de operaciones hace más de 50 años, el jefe de las Farc, Rodrigo Londoño ‘Timochenko’ vestido con una camiseta azul, entregaba las últimas 5 armas del grupo en lo que significaba el fin de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) como guerrilla. Al mismo tiempo, en el Norte del Cauca, los sonidos de los fusiles seguían retumbando en los improvisados campamentos, pero esta vez las explosiones no eran producto de los combates y el camuflado no era precisamente para pelear, se había convertido en un disfraz más para contar la historia de lo que alguna vez habían sido: la primera película de excombatientes se estaba grabando.
En septiembre de ese mismo año, mientras en televisión todos veían a más de 1.000 excombatientes y otros miles de personas aglomeradas en la Plaza de Bolívar, acompañando el lanzamiento del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) en cabeza del mismo Timochenko, en La Elvira, Cauca, los campesinos preocupados veían camiones llenos de guerrilleros volver a esos campamentos que con esperanza habían visto derrumbar. Nadie sabía que estaba pasando, llamaban al ejército y a la ONU en busca de garantías de ese proceso de paz que estaba en su auge.
Foto: Jacinto Constante
Lo que estaba pasando no era más que una reconstrucción de la guerra. En medio de la montaña, con camarotes viejos y los recuerdos de cuando eran militantes, más de 50 exguerrilleros revivían una y otra vez en escena lo que había sido su vida en combate. Decenas de muchachos habían escrito durante meses, en sus cursos de comunicaciones en las zonas veredales, las historias que los habían llevado a la guerrilla y las plasmaron en cámara; el resultado fue la película “Memorias Guerrilleras”.
La idea inicial no había sido esa; el director de cine y televisión Ricardo Coral Dorado, se había metido en la cabeza hacer una película en la que Manuel Marulanda Vélez, fundador de las Farc, fuera el protagonista. Pero mientras paseaba de zona veredal en zona veredal, conoció las historias que más de 50 muchachos habían convertido en guiones cinematográficos. Unieron los guiones, los perfeccionaron y los arreglaron para ficción. Primero salieron 30 historias, de esas 30 seleccionaron 10 y finalmente quedaron los 5 personajes que, de manera paralela, cuentan las vivencias y los sueños de combatientes que le apostaron a la paz y que en los procesos posteriores como la dejación de armas y la reinserción, se desviven en los miedos que este cambio representa para sus vidas.
En la preproducción de la película hicieron un casting para cada uno de los personajes entre más de 400 exguerrilleros que querían actuar. Con un presupuesto de solo 15 millones de pesos se decidieron a grabar todo en tiempo récord, aunque después la producción durara casi 4 años. En medio de la grabación de la película se entregaron los fusiles y en las escenas de combate tuvieron que usar fusiles de palo y cambiar los planos para que no se notara la diferencia. La magia del cine.
Foto: Jacinto Constante
Tanto en la ficción como en la realidad los firmantes cargaban con un miedo inconmensurable. Mientras grababan la película el ambiente estaba cargado del temor a la traición. En la guerrilla las armas les garantizaban la vida; dejarlas era ir en contra de todo lo que por años les habían inculcado en las filas: la desconfianza al gobierno. Desactivar ese discurso era difícil, volver a los campamentos les traían esos recuerdos del pasado y en sus cabezas no dejaba de repetirse la pregunta “¿después de esto qué nos va a pasar?".
La película, en sus palabras, es una verdad incómoda que los colombianos no quieren escuchar. Más allá de la ficción es un producto que muestra de frente una realidad de más de medio siglo. Un documento de memoria histórica que propone una cantidad de discusiones frente a una realidad que muchos no quisieron aceptar y que precisamente por eso se estrenó, 5 años después, justo en la fecha en que ganó el “no” en el plebiscito. Nunca antes la guerra en Colombia había sido narrada de tal manera.
Te puede interesar:
Los ex guerrilleros de las Farc que se convirtieron en exitosos emprendedores
