Los comunicadores Emilia Jiménez, Francisco Villa y Gabriel Villanueva se dedicaron en 2018 a investigar las características de los medios periodísticos digitales de Cartagena. Analizaron sus estructuras, sus contenidos, en una frase, estudiaron cómo ejercen los periodistas su labor en una ciudad de alcaldes de “cartulina”, que se sigue administrado con estructuras mafiosas y con sellos parapolíticos como Blel o Montes, para citar dos marcas que están en el seno del partido de turno.
Una de las más contundentes conclusiones sobre los medios periodísticos digitales de La Heroica es que la calidad de sus contenidos es inversamente proporcional al número de medios. La creación de más portales, que en apariencia democratizaría los contenidos y generaría debates sobre el actuar de sus gobernantes, se ha quedado solo en un guarismo (que, según los investigadores, aumentará), pero sus prácticas son tan mediocres y clientelistas que parece un reflejo de las actuaciones de la clase política local. Estamos ante una aberración cuantitativa de medios al servicio de poderes legendarios, tanto públicos como privados.
La investigación analizó a 25 medios periodísticos. 7 de ellos nacieron en papel, luego migraron a la web, y 18 nativos digitales. Se aplicaron encuestas a sus directores, se monitoreó su contenido, se entrevistaron a seis de sus directores, se revisó su pauta publicitaria, y se indagó en sus fuentes de financiación. Los hallazgos merecen atención, un análisis sereno, y por supuesto, una reflexión al interior de esos medios. Veamos.
¿En manos de quién están los medios? Gente capacitada. El 64 % de los administradores, o dueños, son profesionales en Comunicación Social. 16 % son empíricos. 12 % son productores audiovisuales, 4 % son estudiantes, 4 % ejercen otras profesiones. El periodismo digital en Cartagena es liderado por profesionales, que conocen las claves del oficio. Sin embargo, eso ni se refleja en sus contenidos ni muchos menos en sus investigaciones, que prácticamente son inexistentes.
¿Hay nuevos modelos de negocios? Eso está por verse. De los 25 medios analizados, 18 se financian a través de la llamada pauta publicitaria. Una vieja práctica, que aunque va en decadencia en el resto del mundo, en Cartagena sigue en alza. Sin advertir las perversas relaciones que se pueden generar entre los encargados de medios y los clientes. Sobresalen contenidos como los publirreportajes, que a veces se publican sin advertir al lector que no está ante información sino ante mera propaganda. Fundación García Tirado, Corvivienda, Comfamiliar, Aguas de Cartagena, Electricaribe, Alcaldía de Cartagena y Gobernación de Bolívar, son las entidades que más pautan en estos medios.
Aunque 7 de los 25 medios asegura financiarse con recursos propios, no se observan modelos que permitan reconocer la independencia necesaria para tratar de manera libre los problemas de la ciudad y el departamento.
¿Y sobre los contenidos? Con calma, el asunto es delicado. Se estableció, mediante encuesta, que 19 medios usa entre 10 % y 30 % información que se publica en otros medios a veces sin ningún tipo de modificación, algo que en el lenguaje digital se conoce como información agregada. Los investigadores, se dedicaron luego a revisar las plataformas y compararon los contenidos publicados, con los datos recogidos. Concluyeron que hay una inconsistencia en los datos de la información agregada, la cual es mucho más alta que la declarada. “Uno se da cuenta que los encuestados mienten, porque la realidad es otra, hay un alto porcentaje de medios que publican solo comunicados o boletines, que envían las entidades, sin ningún cambio. Nosotros comparamos los boletines y las notas que aparecen en los portales y son igualitas”, asegura Emilia Jiménez, una de las investigadoras, con una desilusión contagiosa.
Solo en un 1% hay historias creadas por estos medios
sobre la ciudad o de regiones de Bolívar tratadas con recursos creativos
o con lenguajes narrativos como la crónica y el reportaje
En este aparte de los contenidos, las dependencias de comunicaciones de la Gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena aparecen de manera constante como las grandes productoras de boletines. Algunos medios, son el eco de la administración de turno, hoy alentados por el escenario político, de cara a las elecciones de octubre, una alianza eterna que es la vergüenza de los medios masivos.
El estudio revela que solo en un 1% hay historias creadas por estos medios sobre la ciudad o de regiones de Bolívar tratadas con recursos creativos o con lenguajes narrativos como la crónica y el reportaje. Solo en ese porcentaje (1 %) se narran otras realidades aplastadas por equipos de comunicadores que producen boletines que ensalzan a las administraciones o sus entidades, hecho que no es grave, lo grave es que los medios los publiquen y creen una realidad inexistente.
“A pesar de que el panorama no es tan positivo, podríamos destacar el avance en el uso de la multimedialidad a través de los diversos formatos y narrativas en que se presenta la información, como los podcast y whatsapp, aunque esto resulte meramente de forma y no el fondo del problema”, asegura, Francisco Villa, uno de los investigadores.
La ciudad sigue andando. Anda porque su casco viejo se explota sin reparar a la gente que lo habita, sin importar la cultura que creció en ella (arrasando cines, escenarios y plazas públicas) sin importar su Historia, para que esa Fantástica (la culpa es de Carlos Vives) muestre siempre su cara vanidosa, lozana, sofisticada, mientras que en sus mismas callejuelas crece la opulencia y la miseria por parejo, frente a unos medios que han transado su dignidad con oficinas de comunicaciones, con empresas de mercadeo o agencias de publicidad.