Según el doctor Edgar Briceño, presidente de Medimás, son notorias las ayudas a una niña a la que le solucionaron el problema, y ¿el resto?, ¿qué pasa con los más de cinco millones de afiliados? Por otra parte, dicen que las tutelas se rebajaron, posiblemente porque a nadie le importa entutelar; les maman gallo a los jueces y no entregan lo ordenado. El doctor habla de que reciben muchas felicitaciones de uno y otro lugar por buenos, pero los medios de comunicación y las redes sociales están invadidas de protestas y mala atención. No es un juego al que se enfrentó Medimás; al usuario no le interesa el movimiento privado de papeles, sino una verdadera atención, que entreguen las drogas y consultas de inmediato.
Ahora se dice que los usuarios deben llamar y actualizarse, cuando se supone que Cafesalud debió entregarles toda la información de los más de cinco millones de afiliados abandonados por ese sistema. Lo que no existe es una verdadera sistematización con equipos óptimos y funcionarios bien preparados.
Existen muchos municipios en los que Cafesalud y ahora Medimás ni siquiera entregan droga para la tensión o para controlar los embarazos. ¿Cómo será la entrega de drogas que son de atención de las enfermedades de alta complejidad? Con todo respeto el usuario no quiere disculpas por micrófono o televisión, sino atención real.
Que se acabe con la manipulación de las IPS de usuarios que deben ir de una ciudad a otra obligando a desocupar sus bolsillos para que los atiendan. ¿Cuántos hospitales están frenados y no prestan los servicios a Medimás para atender a los usuarios, porque no les han pagado? Eso necesita cheques de contado para eliminar el problema. Se supone que Medimás venía con miles de millones.
Pareciera que Medimás esperara a que al ministro de salud le aprueben el proyecto para subir el valor de los copagos, en los que el usuario terminará cancelando porcentajes elevados, que en muchas ocasiones traerá más muertos por falta de dinero, cuando el Estado debe responder por los enfermos.
Es vergonzoso que aún Medimás no pueda cumplir sus compromisos adquiridos, y la Supersalud siga alcahueteando con disculpas a los responsables de la salud en Colombia.