Diferentes investigaciones han evidenciado que los médicos y especialistas cada vez desarrollan más el síndrome de quemarse por el trabajo, agotamiento extremo o como es conocido el síndrome de burnout. El estudio más reciente fue el Informe Médico Nacional de Burnout, Depresión y Suicidio publicado este año por el portal Medscape, sitio web de referencia en línea para médicos y profesionales de la salud en todo el mundo, en cuya encuesta respondida por 15.069 médicos de 29 especialidades se indagó sobre la incidencia de los factores de burnout y cómo estos afectan la vida del talento humano del sector salud, encontrándose una tasa de agotamiento del 44% en los médicos, ¿pero qué implicaciones tiene que los profesionales de la salud desarrollen cada vez más esta patología?
Para el doctor Luis Mauricio García, médico anestesiólogo de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE) y magíster en epidemiologia clínica, en la actualidad los médicos llevan un ritmo de vida acelerado que se remite a los diferentes lugares de trabajo “nos hemos vuelto hombres y mujeres multitareas, lo que nos ha llevado en distintas ocasiones a perder el foco sobre la atención de los pacientes, el síndrome de burnout es la respuesta psicológica al estrés laboral crónico de carácter interpersonal y emocional, derivado de los altos niveles de frustración, el exceso de horas laboradas y la falta de garantías en nuestras condiciones de trabajo” así lo afirmó el especialista quien agregó, además, que en Colombia los médicos tienen permitido trabajar 12 horas al día, lo que ya representa un exceso de trabajo, sin negar, quienes laboran 24 horas o más.
Así mismo, en los últimos años el síndrome de burnout ha recibido particular atención por su alta prevalencia dentro del personal médico, hasta el punto de considerarse una epidemia, así lo aclaró el doctor Juan Carlos Bocanegra, médico cirujano especialista en anestesiología y actual coordinador del comité de seguridad, bienestar y salud ocupacional de la SCARE, quien además resalta que la explicación a este fenómeno está dada en las altas demandas de trabajo emocionalmente intensas a las que un médico se encuentra expuesto.
Algunos estudios, muestran una mayor incidencia de desarrollar burnout en las mujeres con un 50%, mientras que los hombres alcanzan un 39%, esto se debe a que ellas generalmente deben enfrentar más desafíos y responsabilidades dentro del equilibrio de trabajo y vida “la mujer desarrolla más agotamiento porque además de su papel como profesional o especialista, tiene el rol de madre, en muchas ocasiones de líder o cabeza familiar lo que le genera mucha más presión y carga psicológica” así lo afirmó el doctor García.
Por su parte, Colombia al ser un país de medianos ingresos, tiene una prevalencia variable para que sus médicos desarrollen burnout, con múltiples factores a nivel laboral como presión de tiempo, insatisfacción profesional, falta de autonomía, altos niveles de estrés, falta de garantías en la protección del talento humano en salud y el no pago oportuno de los salarios a los médicos; a nivel personal según el tipo de personalidad, sobrecarga de trabajo, contacto con el sufrimiento y la muerte, problemas de interrelación y comunicación asertiva, pacientes y familiares cada vez más demandantes y a nivel fisiológico-psicológico con dolores inespecíficos, agotamiento, irritabilidad, hostilidad, entre otros; todas estas causales contribuyen al desarrollo de un agotamiento emocional cada vez más frecuente en el recurso humano del gremio médico.
Los síntomas del burnout
De acuerdo al doctor Bocanegra, los síntomas varían de un individuo a otro y van desde cefalea, dolor de cabeza, malestar gastrointestinal, insomnio, dificultad para concentrarse hasta síntomas conductuales y emocionales como deterioro en las relaciones interpersonales, ausentismo laboral, distanciamiento afectivo, ansiedad, irritabilidad, cinismo, disminución del rendimiento laboral, depresión e incremento de riesgo de suicidio; lo que produce una exposición prolongada al estrés que suele ser la causa principal del agotamiento emocional y se manifiesta a través de la pérdida de entusiasmo por el trabajo, sentirse impotente, atrapado y derrotado. Este agotamiento repercute directamente en la prestación del servicio con los pacientes, aproximadamente una cuarta parte de los médicos dicen que pueden ser menos cuidadosos al tomar notas de los pacientes, y el 14% dice que incurren en errores médicos que normalmente no comenten.
La mayoría de los médicos no buscan ayuda
Cerca del 64% de los médicos prefiere no buscar ayuda profesional para tratar el agotamiento extremo y lidiar con los trastornos físicos y emocionales que este conlleva “los médicos no podemos solos con esta carga, debemos buscar ayuda profesional y no resistirnos a aceptar el problema, debemos evitar el aislamiento y refugiarnos en grupos de apoyo de amigos y familia, hacer ejercicio y meditación como mindfulness, crear ambientes de trabajo humanizado, pero lo más importante debemos comenzar a tomar decisiones a nivel personal que reduzcan este agotamiento, disminuir las horas laborales y destinar tiempo para reconectarse con la vida personal” son algunas recomendaciones que hace el doctor García a todo el personal en salud.
Un problema de salud que pone en riesgo la vida del paciente
Incluso este síndrome no solo afecta directamente al médico en sí, sino a todo el sistema de salud reduciendo la calidad y seguridad en el cuidado del paciente, la inducción a errores médicos, el aumento en los tiempos de recuperación y la insatisfacción con la calidad de la atención. La repercusiones sobre el sistema de salud incluyen, además, reducción en la productividad, incremento en los costos y mayor rotación del personal médico. “Los médicos y las sociedades científicas hacemos un llamado para que las entidades gubernamentales como el Ministerio de Salud tomen esta problemática como punta de lanza y que desde ya en Colombia se comience hablar de bienestar para nosotros los médicos, trabajando por planes que mejoren la calidad de vida del personal en salud, pero sobretodo nosotros mismos debemos generar un cambio a nivel profesional y personal, nada logramos si todos los actores trabajan por nuestro bienestar, si nosotros mismos como médicos vamos en contravía, el cambio comienza por nosotros mismos, tenemos la responsabilidad de unirnos y de trabajar más que nunca por mejorar nuestra calidad de vida y así mismo poder brindar una excelente atención médica a todos los colombianos”, afirmó el doctor García.