No sé si un médico pueda tutelar o demandar a la EPS cuando su paciente se agrava o muere por fallas administrativas. Tampoco sé si ya lo han hecho. ¿Cómo sería? ¿Qué sucedería?
Surge esta columna ante la gran afluencia de escritos, opiniones y hechos que llenan la vida de nuestra querida profesión, denunciando, demandando, requiriendo una mejora en las condiciones del ejercicio médico no solo en nuestro país, sino en el mundo.
¿Qué nos da la vida, a los médicos? Fue el primer impulso para este escrito. Ante tanto negativismo, vale la pena equilibrar el fiel de la balanza con lo positivo. Dejémoslo para más adelante.
Solo un ejemplo de compromiso de principios y valores, -para no sobrecargar-. La llamada “consulta en espejo”, una aberración tan grande como el universo. Un especialista, 5 médicos generales. Estos últimos son quienes realizan la consulta, anamnesis, examen físico, y demás. Presentan el caso al especialista (me cuentan que muchas veces este ni siquiera examina o habla con el paciente) y deciden la conducta a seguir. La aberración: es que la llaman consulta médica especializada. “Lo declaro oficialmente sano” palabras dichas a un amigo (sin haber cruzado palabra, ni contacto, previos), durante uno de esos “actos”. Aberrante, se queda corto el lenguaje.
Para exigir derechos, primero hay que mantenernos en nuestros valores, ética y moral. Sé que lo hacemos la grandísima mayoría, por ello seguimos con la lucha por la buena prestación de servicios de salud. A pesar de ... (llene el lector esos puntos suspensivos con sus propias vivencias, experiencias) los médicos seguimos trabajando, con amor.
Llámenme soñador, iluso, o cualquier otro sinónimo,
elijo creer que los médicos llevamos dentro tal pasión por la medicina,
que seguimos trabajando a pesar de todo
¿Qué nos mantiene activos a los médicos? Ahora si equilibremos:
Llámenme soñador, iluso, o cualquier otro sinónimo, como quieran, ya que elijo creer que los médicos llevamos dentro de nosotros tal pasión por la medicina, que seguimos trabajando a pesar de todo. Lo que van a leer a continuación es una realidad, es algo palpable y tangible que nos mantiene firmes en nuestro ejercicio.
Nos mantiene: el privilegio, único, de conocer la maravilla de la mente y el cuerpo humano y su funcionamiento; La satisfacción, inenarrable, de ver la gratitud en los ojos de los pacientes; El ir sanando el propio ser, al ayudar a sanar a los demás; La alegría de poder combinar, en una sola profesión, arte y ciencia; El llevar una vida llena de significado y aporte a la humanidad; El desarrollo progresivo de la compasión y la empatía por tanto del amor. El reconocimiento social. ¿No es hermoso? ¿Cómo no continuar nuestra labor?
La gratitud derivada de lo anterior se obtiene y expresa, al ejercer dentro del juramento Hipocrático, en que más que sus palabras, es su significado profundo de entrega a la vida, lo que nos impregna. Mantengamos un equilibrio positivo por la salud, al estar firmes en principios y valores.