Estamos con el corazón arrugado, con rabia de ver cómo es la vida, y cómo estamos en medio de un conflicto armado que no respeta la Misión Médica.
Nos duele la partida del doctor Leonel Martínez Mendoza, cofundador de nuestra Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros (AMIREX) Capítulo Colombia, colega y amigo, hombre humilde y valiente, a quien no le tembló la voz para exigir su derecho a trabajar en lo que era su pasión y su vida, la medicina, en medio del calvario de la convalidación de su título obtenido en Cuba, y a quien el Ministerio de Educación Nacional de Colombia le negó la posibilidad de ejercer en nuestro país, y en su tierra, Arauca.
El pasado 11 de septiembre de 2021 el doctor Leonel Martínez, oriundo de Caranal, Fortul Arauca, fue retenido por un grupo armado, sacado de su casa y obligado a ir a atender heridos de dicho grupo al margen de la ley, con intimidaciones a él y su familia si llegaban a denunciar su retención.
El día de ayer, 5 de octubre, sus padres recibieron el cadáver de su hijo, de apenas 27 años de edad (reconocido solo por dactiloscopia) en la ciudad de Villavicencio. El fiscal del caso sindicó de "guerrillero" al doctor Martínez, sin importarle el dolor de un madre que apelaba por el respeto, en medio del llanto, al buen nombre y dignidad de su hijo médico, afirmando: "La guerrilla me lo secuestró, y el Estado me lo mató". Al parecer el deceso de nuestro colega se dio en un bombardeo de las Fuerzas Militares de Colombia sobre un campamento del grupo subversivo que lo retenía para atender a sus heridos, aproximadamente ocho días atrás, en inmediaciones de los departamentos de Guainía y Vaupés, donde fue muerto el doctor Leonel Martínez, y con él la ilusión de toda una familia.
Un dolor inmenso en nuestro colectivo por la partida de un gran ser humano, luchador y soñador, profesional apasionado por su carrera y con objetivos claros y honestos.
Quedará en la conciencia de los funcionarios de MinEducacion el haber puesto tantos obstáculos en la convalidación de su título.
El doctor Martínez, quien luchó hasta el último momento por recibir la convalidación de su título, obtenido hace mas de un año en Cuba, hubiera seguramente tenido otra suerte, otro destino, si la negligencia y burocracia del Ministerio de Educación Nacional no existiera en la convalidación de los títulos obtenidos en el exterior. Esto lo llevó a una interminable espera de una y otra respuesta del ministerio, negativas y dilatorias, permaneciendo en su casa, con sus padres, ayudando en la atención de un pequeño negocio familiar: una ferretería en Calamar, Guaviare. Quedará en la conciencia la actual ministra de Educación, María Victoria Angulo.
La Junta Directiva de nuestra Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros (AMIREX), Capítulo Colombia, con nuestros corazones rotos por la pérdida de un amigo y colega, expresa sentidas condolencias, compañía y apoyo en estos momentos de dolor para la familia Martínez Mendoza. Nuestro acompañamiento será total y permanente hasta lograr para su familia, como mínimo, una reparación moral por su pérdida.
Paz en su tumba, y todo el peso de la justicia para los culpables de su temprana partida.
*Secretario general de la Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros (AMIREX) Capítulo Colombia