Cada día encontramos múltiples contrastes en las diferentes informaciones que vienen entregando la multinacional Cerrejón y la realidad que afrontan las comunidades étnicas en el Departamento de la Guajira. Diferentes estrategias mañosas han aflorado de parte de la multinacional hacia las comunidades, creando desconfianza, toma permanente de la línea férrea y un sinnúmero de tutelas impetradas por la constante vulneración de derechos fundamentales, como por ejemplo las tutelas resueltas favorablemente a las comunidades étnicas de Roche, La Horqueta 2 y comunidades vecinas vinculadas. Otra de las perlitas del Cerrejón es la Comunidad de Media Luna, localizada en la zona de desembarque de carbón en la Alta Guajira, habitada por quince comunidades afectadas por la permanente presencia de polvillo del carbón, provenientes de las operaciones en Puerto Bolívar, siendo las más críticas las de Piura, Pioureka, Sarrutsira, Lechemana y Guarerus.
Esta anomalía ha venido siendo denunciada desde el año 2013. Negándose esta comunidad a ser desalojada de su territorio, padeciendo los efectos de esas operaciones mineras, con brotes en la piel, sordera, muertes por cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, afirmándose que el promedio de vida de las comunidades de Media Luna es de 40 a 50 años, producto de la alta contaminación del polvillo de carbón. Tocamos este tema por el artículo publicado en el Diario del Norte el pasado 25 de Febrero del presente año, cuyo autor es el Gerente Ambiental de Cerrejón Gabriel Bustos, que al no poder refutar las innumerables reacciones de la comunidad por la mala práctica ambiental que vienen realizando, publican sin escrúpulos artículos como “Estamos comprometidos con proteger la calidad del aire”, solamente ellos se los creen. En el artículo en referencia el Señor Bustos hace un preámbulo de lo que representa una buena calidad del aire, incluso se atreve a expresar que los mayores niveles de contaminación atmosférica del país se presentan en los grandes centros urbanos y las áreas industriales, eso para desviar la responsabilidad de Cerrejón y el mal uso de sus contaminantes en las zonas de influencia directa e indirecta de la mina y en Puerto Bolívar, específicamente en Media Luna. Para argumentar lo aquí expresado le disponemos a consideración de los amables lectores el siguiente botón como muestra.
El Heraldo de fecha 12 de Abril de 2013, con nota de Sandra Guerrero, informa que la Corporación Autónoma Regional de la Guajira – Corpoguajira abre investigación contra Cerrejón por el mal funcionamiento de los controles para mitigar, minimizar y disminuir la concentración de material particulado a la atmosfera. En esa oportunidad la entidad ambiental afirmó que Cerrejón pone en riesgo la salud de las comunidades. Pero después de varios años de investigación y a pesar de que las pruebas estaban visibles en las áreas afectadas, Corpoguajira, mediante Resolución 01749 del 22 de Agosto de 2016, impuso una sanción preventiva consistente en la suspensión de las actividades relacionadas con el transporte, manejo, embarque y desembarque de carbón en Puerto Bolívar. Advirtiendo que para el levantamiento de esta medida, Cerrejón debía cumplir con el barrido y recolección de todo el carbón que se encuentra esparcido en el tramo desde el primer cruce entre la línea férrea y la vía que de Uribia conduce a Puerto Bolívar, en las viviendas, en el Centro Pesquero, además de los cauces de arroyos, escorrentías y en el lecho marino. Pero extrañamente el 30 de Agosto de 2016, es decir “a solo ocho días” después de la sanción, Corpoguajira levanta la medida sancionatoria contra Cerrejón, habilitándola para seguir con sus operaciones, hecho que fue rechazado por la comunidad de Media Luna, porque consideraron que persistía el problema y que el Cerrejón solo hizo una simple limpieza, realizándola en horas nocturnas para evitar la supervisión de la comunidad en los trabajos y que en ocho días era imposible haber cumplido con todas las exigencias requeridas por Corpoguajira.
Todo lo que se ha expresado puede corroborarlo el dirigente gremial y representante de la Asociación de Pescadores de Media Luna, Willigton Marín, quien afirma que la actividad principal de su comunidad era la pesca y el pastoreo, pero desaparecieron desde la ocupación del Complejo Carbonífero en el puerto. Describe que no necesitaban ir tan lejos a pescar porque el pescado estaba allí a primera mano, es decir cerca a la playa. Afirma además Marín, que el método idóneo para minimizar el impacto negativo del polvillo del carbón es remojar las pilas de carbón que existen en el puerto y solo la realizan cuando hay visitas de inspección en el puerto. Algunas expresiones de la Comunidad de Media Luna se resumen como "Ya no comemos chivo al carbón, sino chivo a la carbonilla, porque en lugar de comer alimentos se come el polvillo del carbón". "Ya no nos morimos de viejo, morimos de impotencia por ver como se llevan todo”. "Nos lamentamos de no hablar español porque cuando llegó la empresa nos dijeron bonitas palabras, y hoy el desastre es total”. “Hoy día no se puede pescar, ni pastorear”. “Con la llegada de la empresa mi familia pasó a vivir en la miseria”. "El cerrejón no está llevando soluciones sustentables y sostenibles a las comunidades". Finalmente afirmaron que “El cerrejón es un mal vecino". "Esperamos que nuestras palabras no se las lleve el viento, o la seque el sol, o las siembren en el desierto”.
El Gerente Ambiental de Corpoguajira, señor Bustos, en su artículo afirma que “el agua que emplea Cerrejón en las diferentes medidas implementadas por la compañía para el control del polvo, es agua de baja calidad, no apta para consumo humano o animal, ni para riego de cultivos. Esta representa el 92% del total de agua que usamos en el Cerrejón y se obtiene de la despresurización de los mantos de carbón y de escorrentías de aguas lluvias que cae dentro de los tajos”. Permítame decirle Señor Gerente Ambiental, que cada vez que ustedes los del Cerrejón o sus escuderos columnistas escriben siguen “dando lora”, me imagino que es por desconocimiento del tema o quieren seguir desinformando amañadamente a la comunidad y a la opinión pública sobre el mal manejo ambiental que han venido haciendo en nuestra Guajira. Al producirse como ud. denomina la “despresurización de los mantos de carbón” genera agua, esta y el agua de escorrentía que cae dentro de los tajos, son aguas fuertemente contaminadas, ya no de sustancias o contaminantes simples, sino al contrario con sustancias letales, cancerígenas y radiactivas como los elementos pesados que están enterrados en la tierra, elementos como el arsénico, el cadmio, el mercurio y el hierro entre otros, que al exponerlos al ambiente generan peligro a la salud de los trabajadores y de los habitantes del área de influencia de la mina, inutiliza el suelo donde se riega y lamentablemente esa agua por lixiviación, por percolación o por infiltración llega a los acuíferos subterráneos que rodean el complejo minero inutilizando también las aguas subterráneas. Puede Ud., Señor Gabriel Bustos, Gerente Ambiental de Cerrejón dimensionar el daño irreparable que están haciéndoles a la salud de nuestros paisanos guajiros, a los suelos y a las aguas subterráneas y superficiales de nuestra querida Guajira?. Entiendo que este martes 28 de febrero del presente año el Señor Roberto Junguito Presidente del Cerrejón realiza una rueda de prensa en Riohacha, espero que el Gerente Ambiental y el Presidente de Cerrejón en esa rueda de prensa le tengan respuestas a las comunidades de Media Luna sobre el tema y le explique a los periodistas que pasó allí.