El desplazamiento dentro de las ciudades es uno de los hechos victimizantes de mayor impacto dentro de los centros urbanos; sin embargo, es una realidad que ha sido minimizada por las autoridades y que permanece invisible hasta que ocurren desplazamientos masivos.
En el caso de Medellín el fenómeno se ha dado con mayor fuerza, de hecho ninguna otra capital en el país tiene un número tan alto de reclamaciones de predios ante la Unidad de Restitución de Tierras. Con hechos que vienen tejiéndose históricamente desde 1991, la Comuna 13 ha sido la zona con mayor número de reclamaciones; no obstante, no ha sido la única afectada, la Comuna 8 (Villa Hermosa) y 1 (Popular), presentaron también cifras altas de desplazamiento.
Medellín es la segunda ciudad con mayor número de víctimas: 2,134 personas afectadas en 4 eventos de desplazamientos masivos intraurbanos. Actualmente, están en proceso 816 solicitudes de propietarios que en aquella época tuvieron que abandonar sus viviendas en la ciudad. La Unidad de Restitución de Tierras entregó en el año 2015 un informe que sirvió de diagnóstico para entender la magnitud del problema; sin embargo, hasta hoy, ningún predio ha sido restituido en Medellín.
Esto es alarmante ya que si sucede en la segunda ciudad más importante del país, que por su condición debería proporcionar todas las garantías de Estado, es fácil imaginar la respuesta institucional que se les brinda a las víctimas de las zonas campesinas del país.
El desplazamiento dentro de las ciudades es una violencia invisible que seguirá latente mientras no se tomen las medidas necesarias en materia de seguridad y no se gestione como es debido la restitución de predios urbanos. Es necesario hacer un llamado al Estado y a los entes gubernamentales locales para que visibilicen y aborden esta realidad.
Nota: A propósito de la inseguridad y la violencia en Medellín, desde la Fundación Forjando Futuros condenamos las amenazas de las que ha sido objeto el defensor de derechos humanos Fernando Quijano y solicitamos del Gobierno Nacional y autoridades locales las garantías y facilidades para poder ejercer la labor humanitaria que desempeña.