Hace un par de días escuché mientras caminaba por mi barrio esta expresión que durante muchos años ha hecho eco en los oídos de muchos: “Medellín es la ciudad de los maricas y las lesbianas”. Este tipo de comentarios surgen al estar regidos por la cultura machista paisa, que ha encasillado entre lo binario lo que es diverso y diferente.
Este tipo de comentarios incendiarios, homofóbicos, machistas son un detrimento a las luchas y conquistas que muchas maricas -en el buen sentido- han conquistado para las nuevas generaciones de esta sociedad; luchas y conquistas que han dignificado el género, entregado derechos enfocados en las libertades y una significativa participación en la agenda social de la ciudad.
Sin embargo, debido a la situación de seguridad que vive hoy en la ciudad de la eterna primavera para la población sexualmente diversa valdría la pena repensarnos que Medellín no es la ciudad de los maricas y las lesbianas como lo aseguraron un par de hombres en la Comuna 3 de Medellín.
En lo corrido de esta semana se han presentado seis muertes violentas de miembros de la comunidad LGTBIQ+. Estos hechos dejan en evidencia la falta de garantías que a hoy existen en la agenda local para algunos sectores sociales de la ciudad de Medellín. Y, aunque en la actual administración se ha enfatizado en la protección de las libertades de las personas; hechos como estos sacan a la luz las brechas existentes en materia de seguridad, que podrían acotarse a temas de discriminación.
Como acto de rechazo frente a los hechos ocurridos, activistas LGTBIQ+ y diferentes artistas de la ciudad convocan a la “juntanza” ciudadana de forma pacífica, reclamando a las autoridades garantías para vivir libremente. Dicha convocatoria, se proclama bajo la consigna: #UnaLuzParaLaVida y se llevará a cabo el próximo 7 de abril desde las 4:00 p.m. en el Centro Administrativo la Alpujarra en la ciudad de Medellín.
La población sexualmente diversa en Colombia, durante muchos años ha luchado de forma inalcanzable por la exigibilidad de sus derechos, derechos enmarcados en la vigente constitución colombiana. Esta lucha mancomunada de sus integrantes y simpatizantes, han reclamado al Estado un proceso de visibilización, protección y participación igualitaria, no como población sino como ciudadanos, habitantes del territorio colombiano.