Me voy de este país. Me cansé de él, de sus injusticias, de su mal gobierno, de su indiferencia, de su indolencia, de su discriminación y de todo lo demás.
Pese a que es un lindo territorio, del cual muchos extranjeros se enamoran, hay más cosas negativas que positivas. Y me indigna que los colombianos somos bastantes insensibles y siempre terminamos diciendo "aquí no pasa nada". Por eso decía el vallenato "voy salir de mi país, de este país, donde jamás sienta más dolor el corazón".
Ahora bien, la razón por la que me marcho es porque me enamoré de alguien de Europa, no mencionaré de cuál país porque igual no tiene importancia; pero digamos que Europa es un país y no un continente (contrario a América, que es un continente y no un país), porque allá es nuestro inverso: si acá cerramos la frontera y construimos un muro, allá se puede transitar libremente, ya que las fronteras siempre están abiertas.
Además, allá no se polarizan si gobierna la izquierda o la derecha, ni existen regímenes como la narco-paraco-democracia o el guerrillo-chavismo-izquierda, solo se gobierna para sus votantes y no-votantes. Así mismo, se puede ir a la playa en topless o desnudo, en cambio aquí una mujer se quita su prenda de arriba y le clavan su multa de Código de Policía (o, peor, la reprenden a punta de taser).
De verdad, no hemos aprendido. Allá respetan, no morbosean y no hay perversos. Eso mismo deberíamos hacer los polombianos. Sin embargo, seguimos siendo mojigatos, clasistas, indolentes, egoístas, etcétera.
Y puede que a muchos no les guste mi artículo y digan que soy antipatriota o antinacionalista, pero lo colombiano no se me quitará ni siquiera si traiciono a mi país al decir que ya no me gusta cómo se vive aquí.
De hecho, a los que les sigue agradando es porque son el equivalente de la mujer que continúa viviendo con su esposo pegón. No obstante, no culpo a los demás por ser conformistas o indiferentes, sé que no todos tienen las misma oportunidades que tengo yo.
Por otro lado, el único modo en el que me quedaría sería si el gobierno, sea de izquierda o derecha, de verdad se interese por la gente, pero probablemente eso no pasará: los políticos solo piensan en ellos mismos y en sus bolsillos, y no en el pueblo, que es el que los sube al poder.
Y si me critican porque en Europa también están los mismos problemas o el costo de vida es alto, pues me vale, especialmente cuando sé que algunos de ustedes han querido mudarse de su barrio ruidoso y bochinchero para uno más tranquilo.
Ya no quiero ver más noticias de falsos negativos, corrupción, mal gobierno o fuerza pública que le pega a los viejos, decomisa empanadas o abusa de los indígenas. Nada más de eso.
Lo importante es buscar un lugar donde pueda ser feliz, donde la gente sea educada y donde los impuestos se vean. A mí solo me da vergüenza este platanal, por eso me voy de este, como dijo César Augusto Londoño, país de mierda y no daré vuelta atrás.