No había pasado una semana en la Base militar de Tres Esquinas, cuando fue abusado sexualmente por sus compañeros. Su abuela no olvida el día en el que recibió la llamada de su nieto, inundado en lágrimas narrando la violencia con la que sus compañeros lo habían maltratado y violado. Aunque inicialmente lo regresaron a Bogotá para atención psiquiátrica, pues no se había acostumbrado al servicio militar, la familia sabía la verdad de la brutal experiencia que había vivido. Su testimonio reposa en la Fiscalía sin mayores avances y su madre decidió entutelar al Ministerio de Defensa para atender las secuelas.
“(...) me sacaron del alojamiento después de estar durmiendo, me sacaron como a eso de las 11 de la noche, me pusieron a abrazar un árbol que tenía púas durante media hora, luego yo les dije que cuánto tiempo me iban a tener ahí, me respondieron que yo era un gran hp inservible, que hiciera silencio, luego me pusieron en el suelo con dos vasos con agua y de ahí me mantenían molestando, me insultaron, me hicieron levantar, me hicieron ir hacia los lados de los baños y allí me cogieron por detrás, me torcieron el dedo anular de la izquierda, me cogieron entre varios, yo pataleaba, me hicieron montonera, me bajaron los pantalones y me penetraron, y luego de hacer tanta fuerza apreté mis genitales para no sentir dolor y me desmayé…", recoge la W Radio parte del testimonio.
Este no sería el único caso que se presentó en esta base del Caquetá, donde habrían otros soldados abusados sexualmente y con miedo a hablar. Este es el caso completo: