"Me gusta verme como una poeta en construcción"

"Me gusta verme como una poeta en construcción"

Kamila Rubero vino a Cali a contarnos de su poesía y de los poetas de la Isla. De su Puerto Rico natal. Y a hablar de su primer libro: 'Salvando hormigas'

Por: Manuel Tiberio Bermúdez Vásquez
agosto 15, 2024
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Llegó desde «la isla del encanto», desde esa Borinquén que cantara Rafael Hernández, y que se hiciera popular en la voz de Daniel Doroteo de los Santos Betancourt, o mejor, el “jefe” Daniel Santos.

Vino a Cali a contarnos de su poesía y de los poetas de la Isla. Llegó para invitarnos, a leer a los poetas que desde Puerto Rico construyen con las palabras sentimientos que se enredan en el alma, o hacen denuncias, o incitan al amor y a buscar los recuerdos olvidados.

Vino a regalarnos su poesía y a dejarnos su versear, que tiene gran fuerza en las metáforas que se deslizan por el libro para cantar y contar los amores o el desamor, o para decirnos que hay “otros días que reservo para el silencio".

Se llama Kamila Rubero. Hablé con ella en la Biblioteca Centenario, en la que en compañía de otros poetas de su tierra y algunos colombianos, puso a consideración del público su trabajo, recogido en un primer libro publicado que lleva un atractivo nombre: Salvando hormigas.

¿Cómo se ha sentido con su primer libro en las manos?
Me he sentido increíble, aunque debo decir que todavía hay un estado de que “no me lo creo”, y me lo he estado disfrutando así como quien no se cree la cosa, pero me lo estoy viviendo. Una risa alegre avala ese sentimiento que hoy le acompaña.

¿Qué sintió cuando se lo entregaron?
Mucha sorpresa. Yo creo que sentí que realmente tenía mi libro cuando lo compartí con mi familia. Ellos se emocionaron mucho, pero okay, esto pasó y me siento muy orgullosa de mí, pero es más bonito cuando veo que a las personas les gusta lo que escribo y me dicen algo. Pero todavía estoy tratando de hacer las paces con que tengo un poemario en mis manos.

Bienvenida y, ¿cuénteme sobre el motivo de su visita a Cali?
He llegado hasta Cali junto con la Editorial Pulpo con la que andamos presentando nuestra propuesta de poesía, sobre todo, porque nos damos cuenta de que la poesía de Puerto Rico no necesariamente llega a Latinoamérica debido a que hay una brecha en la que las personas piensan que nos publican en los Estados Unidos por nuestra situación colonial. Sin embargo, no nos publican ni en los Estados Unidos ni en Latinoamérica y por eso los proyectos literarios tienen que autogestionarse, sobre todo, llevarlos a otros lugares para que se conozcan.

¿Cómo y cuándo se encuentra con la poesía?
Creo que lo que voy a decir es bastante clichoso, pues me encontré con la poesía una vez que me enamoré. Me salieron unas palabras bonitas y me gustó. Sin embargo, siempre he sido lectora y esto se lo debo a mis padres porque desde pequeña me compraron libros.

Pero la poesía fue cogiendo forma cuando estaba en la escuela, antes de ir a la universidad y me encontré con mentores increíbles que nos enseñaban mucha poesía. A Julia de Burgos, una poeta puertorriqueña, a Mario Benedetti, y a otros que fueron copando mi atención. A raíz de esas lecturas le seguí dando forma a mi poesía y cuando llegué a la universidad hice investigaciones literarias que básicamente me facilitaron la palabra y he seguido cultivándola y cosechándola.

¿Qué fue lo primero que hizo, que alguien le dijo que valía la pena?
Fue un poema, que ahora mismo no recuerdo, pero sí que lo hice en mi escuela y con él me gané un certamen literario. Y algunas profesoras me dijeron. —Oye, sigue escribiendo que tienes mucho potencial y se te da muy bien.

¿Cómo se da cuenta uno de que es poeta?¿Quién da el título?
Yo todavía me pregunto eso y todavía siento que ese título me queda un poco grande. Porque uno a veces dice “poeta” y piensa inmediatamente en esas personas célebres de diferentes países. A mí me gusta verme como una poeta en construcción. Esto va cambiando de significado, sigo pensando que lo de poeta me queda un poco grande, pero ahí voy…

¿Para qué la poesía, para qué se escribe poesía?
Se escribe poesía porque hay que nombrarlo todo. Yo creo que las cosas hay que nombrarlas. Y la poesía da vida, da validez, ayuda a plasmar las cosas que realmente están pasando, ya sea a nivel personal o en lo sociopolítico. Se escribe poesía para eso: para visibilizar, para nombrar, para sanar y sobre todo, para construir, ya sean realidades distintas, o construir espacios en el presente en donde nos sintamos un poco más seguros.

¿Qué considera, es lo más difícil de escribir poesía?
Yo creo que lo más difícil es sentirse satisfecha, realmente, con lo que escribe. Porque yo opino que un poema uno lo puede compartir con un grupo, unas personas pueden encontrarlo bueno, pero si el poema no dice nada para unas o alguien no está satisfecho con algún detalle, una se puede volver muy autocrítica y por ende caer en un bloqueo de escritor y pasar mucho tiempo sin escribir. Creo que lo más difícil de la poesía es cómo una valida el poema y cómo una se da cuenta de que lo que escribió es pertinente y me gusta compartirlo porque yo me encuentro en el poema.

Parecería que hay miedo frente a eso que llama Inteligencia Artificial, en especial porque es capaz de escribir poemas. ¿Qué piensas de ese asunto?
A mí me causa un miedo terrible. No solo por la poesía, sino por cualquier manifestación del arte. Obviamente, en las artes plásticas puede que sea mucho más difícil que la IA rompa todo ese mundo. Pero en cuestión de la poesía me causa terror. Sin embargo, yo creo que la poesía, que no está hecha con inteligencia artificial, todavía tiene una sensibilidad humana increíble que es bastante fácil de distinguir. Creo que la inteligencia artificial todavía tiene muchas generalizaciones y la poesía realizada por uno, claramente tiene ese componente humano que la hace diferente.

¿Si yo quiero hacer poesía cómo debo comenzar?
—Risas. Yo supongo que son muchas las veces que se da la recomendación de leer. Es importante leer, es bueno saber que otras personas están haciendo poesía. Pero yo siento que la mejor recomendación para uno poder escribir poesía es sentarnos con nuestras emociones, con nuestro contexto, ver las cosas que nos rodean, mirar los colores, cómo los describo. Estar presente en nuestro entorno e ir viendo como ese entorno se entrelaza con las palabras y eso lo sumamos también a lo que posiblemente leemos. No solamente leemos en los libros hay un montón de artes: fotografía, artes plásticas, música que le dan mucho a la poesía. Creo que se puede escribir poesía por medio de eso. Sentarnos con nuestro presente mirar todo e integrarlo a nuestras manifestaciones poéticas.

Un saludo para esa Colombia que no conoce lo poético de Puerto Rico.
Bueno que se aventuren aunque sea a buscar por internet y que nos lean con mucho cariño, que nos den el beneficio de la duda y sobre todo que compartamos el sentimiento de ser latinoamericanos. Es un sentimiento que podemos compartir en conjunto y sobre todo que abran esas puertas de tener curiosidad sobre lo que es Puerto Rico, porque en Puerto Rico estamos haciendo lo mismo con Colombia, leyéndolos con mucha curiosidad y con mucho respeto.
Como los poetas comparten versos, quiero que nos obsequie con un poema en su voz del libro que nos está presentando: Salvando hormigas

—Claro que sí, con mucho gusto, dice —y lee:

Sin título

el silencio
me cabe entero en la boca
se posa en mi lengua, inmóvil, pesado,
pero sin enmudecerme.
no hacen falta las palabras
ante una boca tan llena de nada.
todos los ruidos son emigrantes
con sus maletas, llenas de turbulencias,/
de sonidos ahuecados por los años
y de miradas que gritan llanto.
—sobre la cuerda floja
un caminan todas las palabras ahogadas —
el silencio
me cabe entero en la boca
se posa en mi lengua inmóvil, pesado,
esta vez,
me enmudece.

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