Refugiado en la Universidad de la Sabana, donde es profesor hace 20 años, el Coronel Retirado Carlos Velásquez, a sus 72 años, le contó sus hazañas en el ejército al escritor Ramón Jimeno. De esas conversaciones surgió el libro La impunidad del poder. Velásquez, en la década del noventa, fue de los pocos oficiales que se atrevió a combatir a dos de los grupos criminales más temibles en la historia de este país: los Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali y los paramilitares en el Urabá.
A una semana de haber escuchado la confesión de un grupo de militares en Ocaña, en donde reconocieron que habían hecho pasar a muchachos inocentes de Soacha como guerrilleros de las FARC en el Catatumbo, el testimonio de Velásquez es fundamental para entender como el Ejército trabajó en llave con los paramilitares en Urabá y lo difícil que era contradecir las ordenes de generales como Rito Alejo del Río que, en su furor anticomunista, estaba dispuesto a hacer pactos hasta con el diablo mismo para conseguir resultados.
En diálogo con Ramón Jimeno el Coronel Velásquez contó estas verdades: