El lunes 10 de agosto cinco estudiantes de la Universidad Nacional de Bogotá, en un acto de rebeldía, iniciaron una huelga de hambre como como mecanismo de presión para que el Gobierno nacional aplique la política de matrícula cero universal y Presupuesto de emergencia para todos los estudiantes de estratos 1,2, 3 y 4, que han sido golpeados económicamente en medio de la pandemia de Covid-19.
Aun cuando la universidad ha destinado recursos para subsanar matrículas, los huelguistas y representantes de los estudiantes afirman que este rubro ni el que ha puesto el Gobierno alcanza para asegurar la educación de los estudiantes necesitados. Este semestre hubo deserción del 40% debido a la crisis.
Foto: Hazzas Elo
“La decisión no la tome a la ligera, fue algo que pensé con la cabeza fría y consciente de todas las consecuencias que se tendrían. Esta es la hora en que todavía mi familia le cuesta entender”, dice Gabriela Delgado, una de las jóvenes huelguistas. Están acompañados por cerca de 20 personas en el campus de la Universidad quienes acampan y hacen registro de cómo avanza la huelga.
La protesta y petición empezó el 27 de julio. Con una toma cultural se asentaron en el campus de la Universidad Nacional los estudiantes del movimiento Matricula Cero, iniciativa social de estudiantes de varias universidades golpeados por la crisis que ha dejado a su paso el coronavirus. Su protesta ha estado acompañada de expresiones culturales. Se han pintado cuatro murales de gran escala en la entrada de la carrera 30 y el suelo de la calle 26. También se han realizado velatones, un concierto con artistas de música popular, una batucada con música en vivo y la agenda continúa.
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Además del muralismo y el teatro, los huelguistas también llevan a cabo performance y música. Gabriela Delgado una de los cinco huelguistas del movimiento Matricula Cero en Bogotá acompañó la séptima noche de huelga con La Zarabanda de Bach. Mientras llenaban el aforo en vivo, Gabriela toca el chelo y se presenta: “Soy de Cúcuta, estudié en Medellín y Santander, pero el año pasado empecé aquí en la Nacional y vine para quedarme.”
El New York Times y los medios independientes han estado cerca junto con algunos voluntarios de derechos humanos y brigadas de salud. Sin embargo, más allá de su seguridad han manifestado con preocupación por no estar siendo escuchados, ni por los medios ni por las instituciones y hasta el momento se sienten mudos frente a la ausencia de muchos de sus compañeros.
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Según los estudiantes la duración de la huelga depende de la respuesta de la administración de la Universidad y el Gobierno. El 5 de agosto, en carta abierta al presidente se muestra la situación de crisis de la Universidad la cual llega a un déficit histórico de $44.585 millones, el cual en medio de la pandemia ha llegado a $77.466 millones. La respuesta del Gobierno fue destinar $5.200 millones, dinero que alcanza. El movimiento lanzó en internet la petición “Salvemos la Universidad Nacional”, que ha sido apoyada por casi 100 mil personas.
El senador Jorge Enrique Robledo afirma que el Gobierno actual está muy lejos de garantizar Matricula Cero para este semestre y señala que esto es un problema político, de distribución y transferencia de recursos. Bajo el mismo argumento el senador Wilson Arias Castillo señala que si el gobierno tuviera la voluntad de pagar matricula cero a los 620 mil estudiantes de pregrado de las universidades públicas lo podría hacer con los $695’000.000 millones que pretende aumentarle al presupuesto de guerra del próximo año: “Está demostrado que plata para ayudarles a ellos si hay, lo que no hay es voluntad política”.
Foto: Hazzas Elo
Mucho antes de la pandemia la realidad de muchos estudiantes tanto de universidades como colegios públicos ha sido la de decidir entre las necesidades básicas de subsistencia siendo la educación su bien de primera necesidad. La petición es sencilla: redirijan presupuestos como plan de emergencia, pero a su vez como un proyecto que a largo plazo está salvando uno de los grandes patrimonios de la sociedad: la educación.
Hasta el día de hoy no existe una respuesta por parte de la rectoría ni del Gobierno, Nacional. Sin embargo, representantes de profesores si se expresaron públicamente en apoyo a los estudiantes huleguistas.
Gabriela Delgado continuará en su protesta como forma de potenciar su voz cuando nadie parece escuchar es a través de la música, pero se detiene a los pocos minutos de haber empezado a tocar: “No crean, para tocar se necesita mucha energía y ya no tengo tanta fuerza.”
