Armando Muñoz era un mecánico de Suárez Cauca, específicamente en el sector de Ovejas. La cuarentena lo tenía disminuído económicamente. Así que decidió salir de su casa en su moto, junto a su esposa y sus dos hijas. Tenían miedo. Las Bandas Criminales que controlan la zona habían distribuido panfletos en donde daban una tajante advertencia: la gente que saliera a la calle durante la cuarentena la iban a matar. Al mecánico no le quedaba otra opción, o se iban de su casa a buscar la manera de ganarse la vida o se sofocaban de hambre.
Así que el pasado sábado 9 de mayo alistó su moto y salió de la casa con su familia. Habían avanzado unos cuantos metros cuando escucharon los disparos. Muñoz cayó primero con un disparo en la cabeza. Murió en el acto, tenía 35 años. La segunda que cayó fue su bebé de nueve meses que murió de un disparo. La otra niña de cinco años recibió un disparo en la cabeza y fue trasladada inmediatamente a la clínica Valle del Lili en Cali donde murió en la noche del 12 de mayo.
Hay indignación en el occidente del país por este triple crimen y se está ofreciendo 10 millones de pesos para detener a los asesinos. En esa parte del país los grupos armados están controlando a la población ya que la presencia del estado es completamente inexistente