Para nadie es un secreto que el No de Álvaro Uribe es rotundo desde que se iniciaron los diálogos de La Habana entre el Gobierno y las Farc. Y cada vez que pretende argumentar toda su negativa y supuestas observaciones, motiva a nuevos sectores a votar por el Sí, porque lo que parece increíble es que un expresidente que tuvo las riendas de Colombia por ocho años hoy nos quiera negar la posibilidad de un país un poquito mejor. Y ojo, digo un poquito mejor porque soy consiente que ls desmovilización de las Farc es tan solo una de las soluciones de las muchas que necesitamos.
Cada cosa que el senador dice es un reflejo de odio personal y cada palabra que dice desdeña rabia. Lo más triste es que un sector del país quiere vivir en el pasado. A ellos NO les interesa el progreso y una patria mejor. Aquí nadie le esta entregando Colombia al 'castrochavismo', aquí nadie quiere que Colombia se convierta en un Venezuela, y eso que tampoco somos el paraíso terrenal. Y si el temor es que Timochenko se convierta en presidente, despreocúpese que eso será una decisión del pueblo y será ante ese pueblo donde se tendrá que ganar cada voto. Así las cosas, señor Uribe, no utilice su amplia oratoria para confundir y engañar a los ciudadanos, porque si algo tiene este pueblo es ganas de salir adelante con usted o sin usted.
Más bien móntese en este tren que no tiene marcha atrás y no deje que la historia lo absorba como el presidente que se opuso a la Paz y la reconciliación, y ahora si deje de ser el Gran Colombiano que muchos creen que es
Con esto no pretendo ofender a los seguidores del Senador. Para nada. El detalle está en comenzar por el respeto a la diferencia y la libertad en pensar distinto. Sin embargo, sí manifestar que a través de falacias no se puede inducir a los ciudadanos a no aprovechar esta gran oportunidad de que tanta barbarie quede en el pasado, y solo lo volvamos a ver en nuestro libros de historias como las secuelas de un País que toco fondo pero que surgió porque así lo dispuso su Pueblo