Quiero comenzar cuestionándome y cuestionando a mis colegas, con una breve pregunta, ¿jugamos a ser periodistas o solo somos una ficha más que se mueve en la partida? Esto con el fin de recordar lo importante y necesaria que es la introspección.
A menudo nos juzgan y señalan por la falta de profesionalismo que abunda en nuestro medio, y sí escribí “nos” porque a pesar de no sentirme aludida irónicamente me incluyó, pues, hago parte de este maravilloso gremio, del cual me enorgullezco. Ahora sí, yendo al grano siento que debemos partir desde la conciencia para darnos cuenta de la responsabilidad y compromiso social que tenemos con la sociedad, en vez de estar culpando y vulgarmente “echándole el pato al otro”, como es en el caso de la academia, la cual, como en todas las profesiones solo se a enfocado en brindar las herramientas y recursos necesarios para construir los primeros senderos de nuestra vida profesional.
Por ende, colegas seamos sensatos y responsables aceptando que las bases teóricas fundamentadas en la academia nunca lo serán todo, sino salimos aplicarlas en la realidad, porque, sin lugar a duda, los mejores periodistas se formaron a través de sus prácticas y experiencias.
No obstante, no quiero decir que este mal cometer errores, lo malo es no ser consciente de ello, así que como nuestro fuerte es la elaboración y distribución de la información, no es correcto olvidar que también somos mediadores, por lo tanto, más allá de obtener una primicia, se trata de darle luz a lo que se esconde tras ella sin dejar la moral.
Finalmente, considero que se debe conquistar el periodismo a tal punto de que haga parte de nuestra vida y más no un oficio de medio tiempo, al que solo le realizamos para generar ingresos y aumentar el ego, con esto, hablo de ser periodistas por gusto y pasión, ser razonables. Asimismo de añadirle humanidad y empatía al profesionalismo, en cada mínima acción que se realiza con las fuentes de información, así se garantizará el cumplimiento del compromiso social y valor humano que se debe tener con la sociedad, y no hacer de esta una profesión más que tan solo se queda en las palabras, cifras y titulares, sino un arte que va más allá de lo esperado.