Martina la peligrosa saltó a la fama en 2014. Ese año Martha Liliana López Llorente, como es su nombre de pila, fue la gran revelación dentro del panorama artístico nacional pues pasó de ser una completa desconocida a una figura cuyas canciones se convirtieron en las favoritas de las discotecas y emisoras por todo el país. Sin embargo, la joven cordobesa tenía un largo camino recorrido desde que llegó a Bogotá varios años antes para abrirse paso en el medio artístico colombiano.
En sus primeros años en la capital probó suerte como actriz. Tuvo un pequeño personaje en la novela del canal Caracol Oye Bonita llamado Nadia, una joven costeña que llegó a la capital y trabajaba en un bar. De aquellos días le quedaron muy buenos recuerdos junto a actores como Karoll Márquez, Marilyn Patiño y Diana Hoyos. En aquellas épocas a veces le tocaba ir de Bogotá a Girardot para grabar escenas donde no tenía ni un parlamento. El personaje era como interpretarse a sí misma pues mientras grababa la novela trabajaba en Gaira, bar del cantante Carlos Vives. Ahí realizaba presentaciones musicales que le permitían sostenerse en Bogotá cuando apenas llegaba a la ciudad.
Fue precisamente Carlos Vives quien le sugirió experimentar ritmos típicos con modernos. Martina en principio quería hacer pop y rock, ser una Britney Spears o una Pink colombiana. Pero al seguir los consejos del samario se fue con la guitarra eléctrica y la batería a probar con los ritmos propios. Hoy día Martina, quien es hermana de la cantante Adriana Lucía, hace una música dónde la champeta se mezcla con ritmos más comerciales como el pop o el rock y la fórmula sirvió para convertirla en toda una estrella nacional única en su género.
No en vano, Fernán Martínez, mánager por excelencia de estrellas, la ve como una de las más promisorias figuras de la música en el panorama nacional, pues mezcla su música de raíz con ritmos extranjeros para innovar. Martínez considera que una estrella de la música siempre debe conservar su raíz: “Tú coges un artista como Martina La Peligrosa que hace rock con champeta y le funciona”.
En el año 2012 sintió que le había llegado la oportunidad que tanto había buscado. Participó en el reality de Jennifer López y Marc Anthony, Que Viva The Chosen. Martina fue una concursante en representación de Colombia junto a artistas de todo el continente. Aunque se sintió muy afortunada asegura que a raíz de aquella experiencia no cree en realities pues ni los productores, editores, jurado, público saben lo real que es para el concursante el estar ahí. Dicha participación fue para la cantante una experiencia agridulce; agria porque sintió que su talento fue juzgado, pero dulce porque le quedaron amigos en México, Puerto Rico, Brasil, Venezuela, Guatemala y Argentina.
Además de su faceta como artista también destaca también como influencer en redes sociales. Solamente en Instagram tiene más de 2,1 millones de seguidores. Tiene muy claro que Instagram, Twitter y Youtube son mundos particulares entre sí con lenguajes muy distintos el uno del otro, y por eso trata de hacer contenido respetando las particularidades de cada uno. En principio se hizo conocida por tutoriales de maquillaje, otra de sus pasiones, y por sus llamadas clases de cordobés, donde explicaba la forma tan particular de hablar en esta región.
Proveniente también de El Carito -corregimiento de donde es oriunda su hermana mayor- cuentan quienes han tenido la oportunidad de tratar con ella que pese al metro y medio que más o menos mide (1.56 mts.), desborda una energía con la cual perfectamente podría sustituir al desaparecido sol de las tardes lluviosas bogotanas. Dicen también que la belleza de Martina La Peligrosa radica en el aura alrededor de ella. En todo caso, la joven cordobesa siempre sabe ponerle buena cara a la vida.
Ver esta publicación en Instagram
Larga vida pa cantar contigo mona linda. Te amo @adrianalucia #lucygonzalez 🌹
