La culpa fue de Carlos Vives. Él galán musical de Colombia aun recordaba al ex cuñado que dejó cuando se separó de Margarita Rosa. Se trataba de un muchacho largo, desaliñado y mechones despelucados cuyo humor ácido sobresalía en cada reunión familiar. Martín de Francisco no era más que la oveja negra de una familia de bellas y su única hoja de vida era haber salido en La calle del amor, una novela que nadie vio. Vives lo juntó con un antiguo amigo del colegio que también tenía pretensiones de actor. Se llamaba Santiago Moure.
Eran los años noventa y la idea de Carlos Vives se materializó en La Tele. El programa rescató del anonimato a la pareja de desconocidos. No tardaron mucho en convertirse en el espanto de los mojigatos padres de familia quienes hacían todo lo posible para que sus hijos no prendieran los televisores los viernes después de 10:30 pm. Sin embargo, todos los esfuerzos eran inservibles. Los 30 puntos de rating que el programa llegó a marcar en el 96 así lo corroboraron. Moure y De Francisco hacían en televisión todo lo que no debía hacerse en ella. Después de todo, nada les importaba. No respetaban a nadie, ni a ellos mismos.
Al año siguiente se mudaron a la radio. Se burlaban de la farándula, el deporte, la política y hasta de sí mismos. En alguna ocasión Poncho Rentería se fue a esperarlos para partirles la cara afuera de la emisora. La “llamada a John Zea”, olvidado actor que por entonces había ganado el premio a la mejor cola de tv y novelas, se volvió sección casi que fija del programa. Le reventaron el contestador a punta de burlas e insultos. Luego vino El siguiente programa, donde se convirtieron en dibujos animados. El dúo estuvo haciendo de las suyas hasta el 2000 cuando el inicio del nuevo milenio marcó su final.
De ahí en adelante solo vinieron tímidos intentos por revivir al programa que marcó una generación. En 2004, RCN los llamó para una pequeña sección en su noticiero para que se burlaran de los participantes de Protagonistas de Novela. En 2014 volvieron a reunirse para montar un “Sit down tragedy” con la Casa del Teatro Nacional. Aunque la obra tuvo varias temporadas, el espíritu del programa no estaba ahí. Los DVD´s y Youtube eran el único refugio de sus seguidores durante las casi dos décadas de ausencia que tuvo La Tele.
La verdadera resurrección del programa no fue sino hasta principios de este año. Gabriel Delasacasas los convenció para hacerlo. Se les puede ver en el canal Red+, de Claro. Ahora se llama La Tele-Letal. Sigue siendo una sola vez por semana pero ya no es los viernes, sino los lunes a las 9 pm.
Hasta la fecha llevan cuatro capítulos al aire. Los dos primeros no cayeron bien. Uno recibió pésimas críticas por la poca credibilidad de la actuación inaugural del dueto. El otro, por el poco carisma televisivo de Daniel Samper Ospina, el invitado. Sin embargo, el tercero y el cuarto han tenido mejor acogida entre los seguidores. Las opiniones están divididas. Hay quienes dicen que un rayo no cae dos veces en el mismo sitio pero también los que piensan que su regreso es lo mejor que le pudo pasar a la decaída televisión nacional. Solo el tiempo dirá si este par logrará su cometido o son sepultados por youtubers y Netflix.
