Veníamos aburridos desde hace rato. Yo, por ejemplo, lo escuchaba porque no me aguanto el sonsonete de Carlos Antonio Vélez. Entonces, para lavar los platos, nada como El pulso del fútbol. Aunque a Oscar Rentería se le llene la boca diciendo que es el programa deportivo más escuchada de la radio, si eso es así, no es por ellos, es por la tradición que establecieron durante años Iván Mejía y Hernán Peláez. Pero esto terminará.
No se van a enfrentar en el mismo horario, ellos estarán de 2 a 3 de la tarde, pero la competencia ya no se da en el dial, ahora está en plataformas, en Youtube. Y ahí perderán. Perderá el Nuevo Pulso del Fútbol por su mediocridad, por viejos, por desactualizados. No sé si han notado que Oscar Rentería no tiene ni idea de fútbol europeo. No lo ve. No conoce jugadores. Él sabe es de lo que pasa en la liga del Valle, los secretos del América, del Deportivo Cali. Es un periodista tan tibio, tan arcaico, que hasta le da pena decir que es hincha del América para no quedar mal con la gente del Cali. Él y su compañero, César Augusto Londoño, además se hundieron con Jorge Enrique Vélez. La pérdida de la Dimayor tendrá consecuencias. Ellos le apostaron a defenderlo de manera descarada. Ahora que Vélez se irá ¿a quién defenderán?
Martin de Francisco y Hernán Peláez es lo que estábamos esperando para abandonar por fin El pulso. Igual es el regreso al comentario deportivo del hombre que hizo grande el Pulso. De Francisco es un tipo que conoce la actualidad del fútbol mundial y es realmente culto. Uno puede aprender mucho más con ellos que con los ladinos del Pulso. Y eso que Julio Sánchez Cristo estuvo a punto de lograrnos el milagro: el regreso del tándem Peláez-Mejía, pero no pudieron convencer al maestro Iván. Con Martín nos conformaremos. Todos a la W.