La única persona que creía en Mark Zuckenberg en diciembre del 2003 era su mejor amigo y compañero de Harvard, el estudiante de economía Eduardo Saverin. Cuando Zuckenberg, un nerd de inteligencia única, hablar atropellado y vestir descuidado, le dijo que necesitaba 19.000 dólares y un algoritmo que había creado para abrir una página que permitía comparar dos fotos de mujeres, Saverin no lo pensó dos veces y vació su cuenta de estudiante.
Eduardo Saverin había nacido en abril de 1980 en Brasil, se mudó con su familia a Estados Unidos en 1997. Siete años después le daba los ahorros de su vida a Zuckenberg para que creara una compañía que terminaría revolucionando el mundo.
Todo se creó en una noche de tragos y porros en una de las habitaciones del colegio mayor de Harvard. Era un viernes frío de diciembre y Zuckenberg, usando un algoritmo de Saverin, lanzó a la red un juego que provocó el colapso de la, hasta ese momento inexpugnable, plataforma de Harvard. 22 mil clicks en un solo momento causaron estupor y pusieron en la palestra pública al joven Zuckenberg que fue sancionado. Además muchas mujeres lo empezaron a considerar dentro del campus como un redomado misógino. Es que el juego consistía en comparar a dos mujeres y decidir cual estaba mejor que otra
Pero el escándalo también le sirvió a Zuckenberg. Los hermanos Tyler y Cameron Winkelvoss, exitosos estudiantes de finanzas en Harvard, tenían la idea de crear una red social para encontrar amigos, algo muy parecido a lo que terminó creando Zuckenberg aunque sin su imaginación y buen gusto, Facebook nunca habría sido lo que es. En el 2010 los Winkelvoss demandaron y recibieron de Zuckenberg 65 millones de dólares por problemas de derechos de autor. Ellos esperaban 100 millones de dólares de indemnización.
Zuckenberg siguió adelante con su idea de crear una red social y en enero del 2005 lanzó The Facebook. Como un virus se fue desperdigando entre la comunidad de Harvard y luego se expandirían a Stanford, una de las universidades públicas más reconocidas de Estados Unidos. Un hombre potenciaría como nadie la nueva red social y fue el creador de Napster, la aplicación que terminaría democratizando la música y acabando con las disqueras, Sean Parker. Saverín detestaba a este playboy que a los veinte años ya era un multimillonario y a los 30 estaba en la quiebra. A él se le debe el haberles quitado el The y dejar sólo el Facebook. Además potenció la idea y volvió el invento de Facebook un fenómeno global. Pero él sería quien terminaría convenciendo a Zuckenberg de que sacara de la compañía a Saverin.
La jugada, según el libro Multimillonarios por accidente del escritor Ben Mezrich, fue sucia. Al principio le habían ofrecido más del 30% de la empresa que ya en el 2010 costaba 25 mil millones de dólares. Pero después diluyó sus acciones y terminó dándole el %0.03. Inmediatamente Saverin demandó y le ganó el pulso a Zuckenberg y terminó recibiendo 3.000 millones de dólares. Con esa fortuna se fue a vivir a Filipinas en donde es considerado un ídolo. Por supuesto Saverin no recibe un solo dólar de la espectacular expansión que ha tenido Facebook durante la presente pandemia.