En cada Feria del Libro Mario Mendoza es Jim Morrison a finales de los sesenta. Los seguidores hacen filas kilométricas para obtener un autógrafo, una selfie. Mientras los autoproclamadas grandes críticos lo defenestran, Mendoza le apunta a un público juvenil, un nicho que se vuelve más grande y poderoso con cada libro que publica.
Si bien en un país de asesinos el True Crime ha sido una constante desde que empezaron las páginas rojas de los periódicos locales, Satanás, la investigación convertida en novela sobre la masacre de Pozzeto, la disección que le hace al asesino Campo Elías, se convirtió en un Best Seller de dimensiones globales. A los pocos días de su publicación se habían vendido 2.000 ejemplares de la segunda edición. Luego vendría la adaptación cinematográfica en el 2007 por uno de los hombres más confiables de Netflix en la actualidad, Andy Baiz. Después vendrían Lady Masacre y una pléyade de historias que conectaron inmediatamente con un público más joven.
Incluso Mario Mendoza es amado cuando se pone introspectivo. Y vende muchísimo. 19 mil ejemplares vendió su autobiografía de lector, un género que no tiene demasiado acogida en el país, su Leer es resistir. Gustavo Márquez, periodista y fervoroso seguidor de Mendoza, le hace esta importante entrevista sobre lo que más ama: escribir.