El exfiscal general de la Nación Mario Iguarán está litigando en forma y desde su salida de la Fiscalía no se ha quedado quieto. Además de representar los intereses de Carlos Cárdenas, acusado en el caso Colmenares y de defender al alcalde Gustavo Petro en el frente penal, ahora es el apoderado de la Universidad Autónoma del Caribe, en el proceso que se lleva contra su exrectora, la argentina Silvia Gette Ponce, acusada del asesinato del ganadero Fernando Cepeda, por el que se encuentra detenida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. En este caso Iguarán entró pegando fuerte; según el penalista, cuenta con pruebas contundentes que evidencian la responsabilidad de Gette en la desaparición de un millón de dólares que eran propiedad de la universidad y que fueron a parar en una cuenta suya en el banco Liechtensteinische de Zúrich, Suiza. Iguarán está tan seguro de sus pesquisas, que interpuso una nueva denuncia ante la Fiscalía.
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