El pastuso que puso a hablar sobre el derecho a la felicidad

Mario Chamorro, el pastuso que puso en la discusión mundial el derecho a la felicidad

Siempre que se habla de colombianos en el exterior no puede faltar un pastuso. Es el caso de Mario Chamorro, conferencista de la felicidad y creador de Make It Happy

Por: Aníbal Arévalo Rosero
febrero 23, 2024
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Mario Chamorro, el pastuso que puso en la discusión mundial el derecho a la felicidad
Fotografía: Archivo particular

Siempre que se habla de un tema de interés para el mundo, no puede faltar la mano de un pastuso. Toda la gente del sur de Colombia nos distinguimos por la pujanza y el amor por lo que hacemos. Y póngale la firma: si es hecho por un pastuso, tiene que ser arte. Eso mismo es lo que refleja Mario Chamorro, un compatriota que nació al pie del Galeras, y desde muy pequeño lleva en la sangre la responsabilidad de lo que significa crecer escuchando La Guaneña en las izadas de bandera, en los goles del Deportivo Pasto o en el Carnaval.

La identidad para cualquier nariñense -de la costa o de la sierra, del norte o del sur-, está más allá del hecho de llamarnos a todos como pastusos. Por fortuna decir pastuso significa Carnaval, músicos, trabajadores, estudiantes aplicados, investigadores, creativos, diversidad, paisaje amazónico, pacífico, andino; ese ADN del legado ancestral de los incas, quillasingas y pastos. Y esa identidad, la ha asimilado muy bien Mario Chamorro: cada vez que da una conferencia, en su inicio se refiere al lugar donde se encuentra la tierra dónde nació, habla que está al pie de un volcán y tiene un majestuoso Carnaval.

Mario Chamorro se convirtió en un motivador que viaja por el mundo preguntándole a la gente qué le hace feliz, para ello emplea uno pequeños papelitos de color amarillo, los post-it. En ellos la gente expresa sus deseos o sueños; posiblemente el trabajo que le haría feliz, viajar o estudiar. Es la manera de desencadenar una mirada a los ojos y entrar en diálogo con las personas.

Para que Mario lograra escalar posiciones, no fue tan fácil; luego de haber estudiado en el Colegio Javeriano, adelantó estudios en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en administración de empresas, luego se fue para Boston, Estados Unidos, vinculándose a la Universidad de Columbia, una de las más prestigiosas, donde estudia relaciones internacionales, luego trabaja en Wall Street y en otros sectores hasta quedarse sin trabajo y vender todo para poder mantenerse en ese país.

Esto lo lleva a tocarse sobre su propósito en la vida, reflexiona y lo lleva a convertirse en activista de la felicidad. Finalmente, todos hemos nacido para ser felices, pero hay trabajos que no nos hacen felices. Es por ello que crea su propia empresa Make It Happy. Esto lo lleva a hacer la propuesta a las Naciones Unidas que declaren el Día de la Felicidad. En un principio eran 63 países dispuestos a apoyar la iniciativa, pero finalmente fueron 83 países los que aprobaron. Y se declaró el 20 de marzo como el Día de la Felicidad.

El propósito es promover la inclusión, la felicidad, la realización, la sana convivencia, el equilibrio y la equidad. Y se ha demostrado que una persona que vive feliz es más productiva, el país alcanza mayor desarrollo económico; y los médicos dicen que las personas felices reestablecen su salud, mental y corporal, de manera más rápida.

Lo último que se le ocurrió a Mario fue grabar un cortometraje en el que es protagonista su padre, quién sufrió un derrame cerebral que llevó a que los médicos lo desahuciaran y lo declararan biológicamente fallecido, es por ello que llevaron a un sacerdote para que le aplicara los Santos Óleos, ante la improbabilidad de que don Mario (padre) despertara.

Más que contar el milagro sucedido en el Hospital San Pedro de Pasto, la película es un momento de diversión con los episodios por los que todos tenemos afrontar el hecho de que la vida penda de un hilito, y, por lo tanto, programamos nuestra mente para lo inevitable como el mismo hecho de asistir a un funeral.

En el hospital, el personal de salud que atendía al ‘Ñato’ estaban sorprendido al ver que había despertado, por eso le llamaban “El milagro de la 10”, refiriéndose a la habitación donde había sucedido un hecho que pocas veces se presenta. Y ese fue el título de la película que grabó Mario Chamorro (hijo); en ella se refleja la felicidad, donde se guía el argumento a través del niño interior. La premier de la película se llevó a cabo en el teatro Javeriano de Pasto, incluía los premios Oscar Mario. Una manera de encontrar la felicidad aún en los momentos más difíciles.

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