Ad portas de finalizar el presente año escolar 2020, creo pertinente recordar lo que expresé ante el Concejo Municipal de Marinilla al momento de socializar el presente Plan de Desarrollo Municipal (PDM), componente educación, en sesión ordinaria realizada el 28 de febrero de 2020, y el documento completo del cual entregué copia el mismo día en la misma fecha:
Hoy, luego de entregar los resultados de este primer año de gestión el actual mandatario local, creo oportuno recordar el problema central del sector educación planteado en el diagnóstico del PDM, a saber: “Bajo nivel de calidad, cobertura, pertinencia y eficiencia educativa en el municipio de Marinilla”. De igual forma, creo adecuado preguntarnos como ciudadanos y plantearle al señor alcalde municipal, a su secretario de Educación y a los señores concejales que aprobaron el plan de desarrollo vigente lo siguiente:
¿Hasta qué punto la estrategia dispuesta en el PDM ha permitido resolver el problema central expresado en el diagnóstico del mismo y atender las causas señaladas? ¿Cuáles han sido las mejoras al problema educativo local expuesto en el PDM, en términos de calidad, cobertura, pertinencia y eficiencia? ¿Con base en cuáles indicadores pueden los responsables de la gestión educativa demostrar dichas mejoras? ¿Cómo el planteamiento expuesto en el PDM aprobado y en ejecución, desde su estrategia, programas, proyectos y recursos ha rendido frutos en materia de mejoras de la calidad educativa, por solo nombrar uno de los temas problemáticos señalados en el diagnóstico del PDM en este componente? ¿Cuáles han sido los cambios generados en la prestación del servicio educativo para garantizar el derecho de los niños, niñas y jóvenes marinillos a una mejor educación, en términos de calidad y en condiciones de equidad?
Revisando la situación del CER Obispo Emilio Botero González, Primera Escuela Digital de Antioquia y caso de referencia de esta reflexión, varios asuntos a resaltar. No es claro el rol de la administración municipal, específicamente de la Secretaría de Educación Municipal, en relación con la prestación del servicio educativo en el CER Obispo y el municipio. Resulta difusa su participación y responsabilidad estratégica como agente directivo de la educación local y frágil su papel para definir las condiciones operativas en que se presta el servicio y se garantiza el derecho a la educación en la vereda y el municipio. Tampoco es claro el rol de esta secretaría en su intermediación entre el ciudadano usuario (con derechos) y la Secretaría de Educación de Antioquia como proveedor del servicio. Evidencia esto último, la escasa o tardía presencia, asesoría y acompañamiento a este centro educativo por parte de unidades organizativas de Seduca como la Subsecretaría de Innovación, la Subsecretaría de Calidad y las Direcciones Pedagógica, de Educación Digital, de Talento Humano y de Educación Rural, entre otros, no obstante las continuas solicitudes de la comunidad educativa de este CER por acompañamiento administrativo y pedagógico, y la necesidad en la vereda, el municipio y la subregión de ofrecer una educación virtual para afrontar la coyuntura COVID-19.
Los trámites realizados para oficializar futuros convenios interinstitucionales a fin de atender promesas incumplidas con la comunidad del CER Obispo, continúan siendo hasta el momento solo una promesa o manifiesto de intención sin resultados aún a la vista. Lo mismo sucede con iniciativas importantes y que celebro como la Escuela de Reflexión Pedagógica y la Escuela de Alta Gerencia, cuyo lanzamiento tuvo lugar el pasado 9 de noviembre. Los resultados e impacto de la puesta en escena de estos programas no es posible avistarlos en el corto plazo y es preciso ponerlos en duda basándose en la experiencia de la Primera Escuela Digital de Antioquia que, inaugurada hace más de ocho años por los mismos agentes que hoy lideran la administración y la secretaría de educación local, aún no ofrece resultados en materia de educación digital, ni pudo constituirse en una alternativa local para ofrecer educación virtual en esta época de pandemia como razonablemente algunos pudimos de esperar.
Después de casi un año transcurrido en la ejecución del actual PDM y a la luz de los resultados en el caso de referencia del CER Obispo, es posible afirmar que el desarrollo de la educación local ha transitado sin un claro direccionamiento en materia de políticas estratégicas y sin una precisa orientación en su gestión. Aunque espero equivocarme, mucho me temo que los resultados en materia educativa durante la presente vigencia permitirán confirmar la afirmación con la que titulé la presentación que referencio al inicio del presente texto, El Plan de Desarrollo Municipal de Marinilla (Componente Educación): un débil instrumento de políticas y un precario instrumento de gestión.
Entre tanto y luego de evaluar los resultados de la gestión educativa en la actual vigencia ¿qué proponen el Consejo Territorial de Planeación y la Junta Municipal de Educación, Jume, para atender la situación problemática advertida?, ¿cómo imprimir velocidad al cambio y emprender las acciones de mejora necesarias a fin de resolver el problema señalado en el diagnóstico del PDM?
Como lo ha afirmado el señor alcalde en diversos escenarios, la pandemia COVID-19 no puede ser una justificación para la falta de resultados en este sector. Mucho menos, al considerar el caso de referencia del CER Obispo, adecuado y dotado en el año 2012 como "la Primera Escuela Digital de Antioquia", y que no estuvo a la altura de los requerimientos impuestos por la pandemia COVID-19 de brindar una educación virtual en las veredas de influencia y en la localidad. Mi llamado nuevamente es a explorar caminos alternos de dirección estratégica y gestión educativa en la localidad. De continuar haciendo lo mismo, de la misma manera, difícilmente podremos obtener resultados diferentes.
