Si un rostro representa la farándula de la década de los 80 y 90 es, sin duda, el de María Mónica Urbina. Algunos la consideran lo mejor que ha pasado por el Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena de 1985, la bella guajira se coronaba Miss Colombia, en un intento por devolverle la esperanza al país. Cinco días antes de ser coronada, el M19 se tomaba el Palacio de Justicia. Como si fuera poco, días después de llevarse la corona, ocurrió la tragedia de Armero. Con la fe intacta, María Mónica se tomó aún más enserio su trabajo, se dirigió de inmediato al lugar de la tragedia y trabajó día y noche ayudando a los damnificados. Luego en Miss Universo sería una de las favoritas y no en vano se llevaría el tercer puesto, una corona robada algunos se atrevieron a asegurar.
María Mónica fue uno de los rostros más recordados del Reinado Nacional de la Belleza
De vuelta en Colombia, era considerada la Ornella Mutti colombiana, por su parecido con la mítica actriz italiana. Rápidamente, se convirtió en todo una diva, era común verla en portadas de revista mientras que la televisión se peleaba para tenerla como invitada especial en sus programas y franjas de entretenimiento. La fama, belleza y talento le sobraba a María Mónica al igual que los hombres. Se casó con Jhon Fabian Vélez -padre de sus dos hijos- ambos parecían sacados de una revista Jet Set, robaban miradas a donde quiera que fueran y se mantuvieron firmes hasta 1997 cuando la exreina se divorció de él. Sin embargo, la tragedia ocurriría en el 2010 cuando un sicario acabó con la vida de Vélez frente al hijo de la pareja. Los motivos no fueron un secreto para nadie, ni siquiera para la diva. Vélez se había involucrado con los negocios del narcotráfico del capo Wilber Varela ‘Jabón’, que terminaron cobrándole la vida.
El Ñeñe -segundo esposo de la exreina- tenía nexos con el narcotráfico
Ante su mal momento, María Mónica encontraría consuelo en un nuevo amor, su nombre José Guillermo ‘Ñeñe’ Hernández, dedicado a la ganadería y un amigo de la infancia de su natal Riohacha. Fueron pareja durante casi una década, cuando todo parecía volver a la normalidad, la reina sería protagonista de una nueva tragedia. En el 2019, el Ñeñe fue asesinado en Brasil por delincuentes que le dispararon para quitarle supuestamente su reloj Rolex pero fueron las revelaciones posteriores a su muerte la que lo convirtieron en noticia. El esposo de María Mónica estaba acusado por lavar dinero del narcotraficante Marquitos Figueroa.
Un destino no muy diferente viviría la controversial Alejandra Azcárate. Aunque no fue reina, la comediante viene de una familia privilegiada, evidencia de ello fueron sus estudios universitarios en una prestigiosa institución de Estados Unidos. Una vez volvió a Colombia, Azcárate se consolidó como actriz y un ícono de la moda gracias a su estilo, porte e impecable gusto para vestir. En más de una ocasión, revistas de moda como Cromos e InFashion aplaudieron sus atuendos. Azcárate fue la consentida de los canales nacionales en especial de RCN y Caracol. Su vida privada siempre se mantuvo al margen de la luz pública, tuvo romances con el hijo del expresidente Uribe -Tomás- y el galán de la televisión -Rafael Novoa- pero nunca se conocieron mayores detalles. Se terminó casando con el exitoso empresario paisa Miguel Jaramillo Arango, una relación estable desde hace más de 15 años. No tienen hijos pero fue una decisión de ambos, se dedican a viajar y concurren los eventos sociales más exclusivo de Colombia. Esto era lo único que se conocía sobre el esposo de la diva hasta que una noticia lo convirtió en su protagonista.
Azcárate tiene una relación de 15 años con el polémico empresario Miguel Jaramillo
Una avioneta de matrícula norteamericana (placas N722KR, serie LJ-1065) que provenía del Aeropuerto Guaymaral aterrizó en la pista del Aeropuerto El Embrujo de la isla de Providencia con 446 kilos de cocaína en su interior. Las autoridades la detuvieron y se sorprendieron del hallazgo. La avioneta tenía un permiso de explotación concedido por la Aeronáutica Civil a la empresa del esposo de la Azcárate quien también es su representante legal. Desde entonces, la comediante no ha vuelto a aparecer en medios ni en redes sociales. Al igual que María Mónica Urbina sus vidas terminaron salpicados por escándalos de narcotráfico.
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