Todo lo que hacemos las madres lo hacemos pensando en que es lo mejor para nuestros hijos, ¿ustedes qué han hecho hoy para ganar confianza en su producción de leche?
¿Cuánto hinojo han tomado?, ¿cuánta agua de panela han recibido?, ¿cuántas veces han bebido Pony Malta?, ¿ya cumplieron con los 4 litros diarios de agua?, ¿cómo va la cerveza, el agua de ajonjolí, la avena, el agua de las cáscaras de plátano?, ¿cuantos tés de lactancia han tomado?, ¿les está funcionando?
Si la respuesta ha sido sí, queremos desde la Fundación MamaInformada decirles, aunque se lea fuerte e incluso sea doloroso, todo lo anterior hace parte de la pérdida de autoconfianza en el rol de la mujer mamífera y de referentes culturales de lactancia, el desconocimiento de cómo se produce la leche humana, el aprovechamiento de las marcas comerciales de nuestra vulnerabilidad en una etapa tan sensible como la lactancia —de la que depende el crecimiento de nuestros hijos— y la ingenuidad ante recomendaciones que se hacen con nobles intenciones —como lo hacen influenciadoras famosas, nuestras madres, abuelas, tías— sobre qué hacer para aumentar la producción de leche.
El post de Instagram de María Clara Rodríguez, llamado ¿Qué tomo para mantener la producción de leche?, es un claro ejemplo de esto último. Por eso queremos constructivamente responder, como misión de nuestra fundación, para acabar con los mitos de lactancia:
1. "¿Qué tomo para mantener/aumentar la producción de leche materna? Una cosa es hablar de mitos, creencias y experiencias y otra de lo que está comprobado, y lo que está comprobado es sencillo: ¡succión y succión!"
Así es, está comprobado que la succión del bebé es la única responsable de la producción de leche porque cuando el bebé mama se envía un mensaje al cerebro, a la glándula pituitaria. Este mensaje arroja como resultado dos hormonas, la prolactina (responsable de la producción de leche) y la oxitocina (hormona del amor responsable de la salida de leche).
Cuando se interioriza esto, podemos comprender que nada de lo que se tome te hará producir leche.
2. "Nada más efectivo que pegar al bebé cada que lo requiera, pues no solo es cumplir con una de las reglas de oro de lactancia, la libre demanda, sino que regula la cantidad que el cuerpo produce. La fórmula es sencilla: a mayor demanda, mayor producción".
La Organización Mundial de la Salud, Unicef y consensos globales de asociaciones protectoras de la lactancia respaldan y promueven las anteriores afirmaciones, es por esto que nos preocupan algunas contradicciones.
3. "Ahora, hablemos de los no comprobados: ¿que hay cositas que nos pueden ayudar? ¡Probablemente! ¿Que tengan sustento profesional y científico? ¡No! ¿Que a muchas nos sirva y a otras no? ¡Ajá! Por eso estos alimentos o cosas de las que les hablaré a continuación hacen parte de creencias de antaño o el voz a voz y la experiencia de cada mamá. Hoy les voy a contar los que yo he probado y los que yo he experimentado y que me han funcionado. ¿Placebos, mitos o leyendas? ¡Tal vez! Pero creo que si uno le mete fe a sus cosas, en el peor de los casos servirá como mínimo para relajar la mente, hacernos creer que sí podemos y finalmente lograrlo, que es el propósito, ¿o no?”
No, María Clara. Todo esto es un reflejo de nuestra falta de confianza en nuestro rol como mamíferas. Nuestra naturaleza de mamíferas evolucionó de forma exacta para cumplir con la alimentación de nuestra cría, como lo hacen el resto de mamíferos, llámense osas, ballenas, murciélagas, perras, gatas, jirafas, yeguas… simplemente sucede la lactancia porque es su naturaleza, así mismo es la nuestra, es nuestra naturaleza. ¿Habría necesidad entonces de apoyarnos en marcas comerciales o recetas naturales para lograrlo?
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Nos alarma que con ese post se están promoviendo los mitos, como en el caso de una seguidora que recomienda el agua de hinojo. Está comprobado que el agua de hinojo tiene un potencial riesgo para la lactancia, como lo sustenta la página científica e-lactancia: “Los productos 'naturales' no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos si se consumen en cantidad o tiempo exagerado”.
Como tú misma lo dices, no hay productos milagrosos, ¿entonces por qué complicarnos poniendo fe en otra cosa diferente a la capacidad de succión de nuestros hijos?
Desde tu marca “Ser mamá” quieres empatizar y empoderar, es por eso que te invitamos a romper mitos, a usar esa influencia para dar confianza a las madres en su capacidad para tener la producción de leche requerida para las necesidades del bebé en cada etapa. Son miles de madres que siguen tus recomendaciones, pues confían en ti, ven que tienes asesora de lactancia, que cuentas con una gran red de apoyo, con información y aun así parecieras dudar de la producción para tus bebés, ¿entonces qué harán todas tus seguidoras que no cuentan con una red de apoyo como la tuya?
Somos fundación y somos protectoras de una lactancia libre de mitos, por favor ayúdanos a seguir promoviendo las buenas prácticas de lactancia. Para todas las madres que leen esta carta las invitamos al grupo de apoyo MamaInformada Lactancia Materna Colombia, donde podrán encontrar información, y promovemos la confianza en su lactancia, porque aquí sí hay leche.