Mari Leivis Sánchez es la prueba de que la mujer colombiana puede con cualquier obstáculo que le presente la vida. Con 32 años y una carrera plagada de triunfos en el ámbito continental, su único sueño sin cumplir era participar en unos JJ.OO. Después de perderse las justas de Río 2016 y Tokio 2020, en París 2024 logró esa meta, y lo hizo después de haber pensando en dejar el levantamiento de pesas por el inmenso amor que le tiene a su familia. Sin embargo, ese mismo amor fue la que la llevó a aceptar el reto y a representar a Colombia en los Juegos Olímpicos, una decisión que la bañó de la gloria olímpica, al lograr la medalla de plata.
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La historia de Mari Leivis Sánchez en el levantamiento de pesas
Oriunda de Turbo, Antioquia, fue a la edad de 13 años cuando Mari Leivis Sánchez se dejó conquistar por las barras y las pesas. Inició su carrera de la mano de su hermana, Daryl Isabel Sánchez, quien no solo la metió en el mundo de la halterofilia sino que también tuvo el placer de representar a Colombia en algunos torneos juveniles. Sin embargo, sería su hermana la que cosecharía algunos de los triunfos mas importantes de la familia, pues muy amante del deporte, decidió ver en el levantamiento de pesas un verdadero estilo de vida y se dedicó a él de tiempo completo.
Su gran debut internacional fue en el Campeonato Panamericano de Halterofilia de Santo Domingo en 2014, cuando tenía 23 años y en donde, participando en la categoría de los 63 kg, logró obtener el cuarto lugar. Luego de eso vendrían Campeonatos Mundiales, y Juegos Centroamericanos y del Caribe, en donde lograría obtener buenos puestos a nivel internacional y una que otra medalla; pero en la categoría de los 71 kg. Sin embargo, en 2019 la atleta quedó embarazada, pausando sus entrenamientos y, luego del nacimiento de su hijo, llegando a pensar en dejar el levantamiento de pesas por completo.
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La pausa obligada y su regreso triunfal a la halterofilia
Después de tener a su hijo, Mari Leivis Sánchez tuvo que vivir una dura recuperación que puso en duda su continuidad en el deporte. Tras realizarle una cesárea, los médicos le dijeron que iba a ser muy complicado retomar la actividad física, principalmente por el tiempo de recuperación. Pero ella, siempre con el norte claro, luego de cumplir la dieta regresó al coliseo, a intentar retomar la regularidad, y descubrió que su cuerpo estaba respondiendo muy bien a la recuperación y decidió seguir trabajando para cumplir sus sueños.
"Hasta yo misma me sorprendo con mis alcances. Me decían que una recuperación por cesárea es delicada y lenta. No sé qué tenga mi cuerpo, pero terminé la dieta y volví más rápido de lo pensado al coliseo de pesas" recordó en una entrevista al periódico El Colombiano, en donde también aseguró que, otra de las razones de volver, también fue su pequeño hijo, a quien quería demostrarle que con trabajo y dedicación los sueños terminan por hacerse realidad.
No pasó mucho tiempo para lograr ese objetivo, pues en 2020 se colgó la medalla de plata en el Campeonato Panamericano de Halterofilia, resultado que repetiría en las ediciones de 2020 y 2024. Además, también logró medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y en los Juegos Panamericanos en 2023, ratificándose como una de las mejores en los 71 kg y abriendo el camino para lo que sería París 2024.
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La tranquilidad del deber cumplido en los Juegos Olímpicos de París
Este 9 de agosto de 2024, Mari Leivis Sánchez puso su nombre en la página dorada del deporte nacional cuando, enfrentándose a pesistas 10 años menores que ella, demostró la berrarquera de la mujer colombiana. Empezó muy bien en el arranque, levantando 108 kg, para terminar con una marca de 112 kg. Luego, en el envión, se montó 135 kg en su primer intento, y a partir de allí se dedicó a batir sus propias marcas. En la segunda salida levantó 140 kg, asegurándose la medalla de bronce y una nueva marca personal; pero no contenta, en su último intento en el envión, logró levantar 145 kg para hacerse con la plata, y superar por un kilo a la ecuatoriana Angie Dajomes.
La antioqueña se convirtió así en la quinta atleta, femenina, que le da una medalla a Colombia en la halterofilia de los Juegos Olímpicos, después de María Isabel Urrutia (oro en Sídney 2000), Leidy Solís (plata en Pekín 2008), Mabel Mosquera (bronce en Atenas 2004) y Ubaldina Valoyes (bronce en Londres 2012).
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