“El vallenato se ha escuchado en mi familia siempre”, dice Margarita Doria Carrascal, intérprete, pintora y modelo nacida en Barranquilla, reina de la canción inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata de 2015, quien creció en Montería por asuntos relacionados con el trabajo de sus padres.
“En mi adolescencia regresé a Barranquilla; mi papá es un apasionado por la música y mi madre tiene un oído musical muy privilegiado”, explica la barranquillera que manifiesta un gran amor por el folclor de su tierra y que formó parte de una agencia de modelaje en la ciudad de Bucaramanga.
Al recordar etapas de su vida se observa que hay un tinte de peregrinaje, un trasegar que la ha llevado por diferentes lugares del país, incluyendo San Juan del Cesar donde pasaba vacaciones, Bucaramanga, Valledupar y Bogotá, donde cantó por más de diez años en una prestigiosa discoteca dedicada a impulsar el folclor de la costa norte colombiana.
A su talento de cantante, con una voz que merece todo el reconocimiento de los colombianos, se suma su faceta de pintora con un proyecto que con poética intensión ha bautizado Del vallenato al cuadro, el cual consiste en pintar obras de arte inspiradas en canciones vallenatas; ella entrega la obra con un video resumen de la canción que la inspira y una dedicatoria personalizada.
El proyecto, que arrancó a mediados de junio, es considerado por la artista como un regalo de Dios. “Mi reinvención, mi bebé, pechichón”, dice emocionada Margarita. “Bella mujer, demasiado talento”, son las respuestas que logra su propuesta pictórica que, para ser precisos, permite valorar desde otra óptica la creatividad de una joven que cuenta con miles de seguidores en los medios digitales.
Margarita Doria es la reina del vallenato, la maga de los pinceles, una mujer enamorada de Valledupar, expresiva y llena de sensibilidad que está llamada a consolidar espacios que abrieron intérpretes como Rita Fernández o Patricia Teherán, en la vocalización femenina del canto vallenato.
Con o sin fundamento se dice que la interpretación de la música vallenata ha sido, casi exclusiva o es un espacio de privilegio para los hombres, donde las mujeres aparecen de manera esporádica y, a veces, sin lograr consolidarse.
Como respuesta se puede afirmar que, en Margarita Doria, el vallenato de hoy tiene a su más talentosa representante, a una mujer que canta con verdadera pasión y que imprime un estilo particular y de notable calidad a temas como Soy culpable del compositor Fabián Corrales o Qué será de mí de Efrén Calderón. Así que, si hay algo nuevo en la música colombiana, esa novedad tiene nombre y forma de mujer y se llama Margarita Doria.