Cómo olvidar esa navidad del 2.004
Cuando el hermoso Índico sorprendió con su enojo.
Nunca se sospechó la ira traída desde sus entrañas.
Ni los bañistas de euros, ni los nativos en su rebusque,
Intuyeron ese día de estremecedor relato.
Cómo olvidar aquel beso furtivo del mar
-si hasta papá Noel huyó de su labio-;
Y así,
Los destinos turísticos del mundo, hacia Asia,
Supieron que las vacaciones en dólares
También podían sacar lágrimas,
Y que la soledad en la playa no quedaba sola en la noche.
Sí. es que la fuerza de ese mar adorado fue tal
Que hasta su voz arrulladora
Cambió de manera inopinada por un vozarrón de dioses: Demoledor con su aliento.
Fue un monstruo que despertó desde las profundidades
Multiplicando la copia de olas en miles
Hasta hacer la OLA mayor:
Una inmensa pared andante
Que trituraba todo a su paso,
Como si fuese un guerreo arrogante, de poder supremo.
Y los desposeídos sobrevivientes,
Reconocieron que en conservar la vida
Estuvo su mayor riqueza.
A los adinerados, les fueron arrebatados,
Desde sus automóviles intocables,
Sus mansiones palaciegas, sus propinas seductoras,
Y, a otros, sus vidas impensadas.
A estrujones, el mar requisó cada esquina
Donde el aire se respira prohibido.
Y sacó a los niños nativos de las escuelas
Y a los hijos privilegiados de los paseantes
Los escupió con desdén a los rincones;
Así, el agua salada fue apagando existencias.
Cómo olvidar esa navidad del 2.004
Si hasta los poderosos del mundo,
Usufructuando cada tragedia,
Quisieron exhibirse cada uno, como el más solidario,
Como el mayor filántropo mimetizando su egolatría;
Pero atónitos, desde sus helicópteros,
No creyeron que existiese algo o alguien
Capaz de lograr un desastre terrenal como ése.
Que algo o alguien, lograse una mayor destrucción
Que las premeditadas por ellos mismos
En ese, “su mundo”,
Al que, convencidos, aún manipulaban.
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@mariosalinas61s