El presidente del Deportivo Cali Marco Caicedo pasó en seis meses de la gloria al infierno. En diciembre todo era felicidad después de que sacara campeón al Deportivo Cali de la mano del técnico Rafael Dudamel. El equipo azucarero se aseguraba un millón ochocientos mil de dólares por su participación en la Copa Libertadores, suma que apenas ayudaba aliviar una deuda de 76 mil millones en donde se incluían las viejas obligaciones que quedaron de la construcción del estadio de Palmaseca en Palmira. Pero ahora la realidad ha cambiado por completo.
Ni siquiera la venta al fútbol mexicano del goleador Harold Preciado por 7 millones de dólares alivió la situación financiera. Por eso, aunque el equipo azucarero ocupó la penúltima casilla del torneo colombiano y quedó eliminado contra Boca Juniors de la Libertadores, dejando de percibir 1.800.000 dólares, Marco Caicedo, presidente del club azucarero, no tiene cómo pagar la suma que supera los 4.000 millones de pesos que deben pagarle a Rafael Dudamel y a su cuerpo técnico por la indemnización.
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