Pongamos las cosas en contexto. Ya casi se cumplirá un mes desde que Petro, su populismo, arrogancia, y sus socios se quemaron creyendo que sería elegido con la “ayuda” del nobel; de allí que se atreviera a despreciar públicamente la curul a la que tendría derecho en el Senado si perdía, y le salió el tiro por la culata. No tardó mucho en recular una vez vio el resultado, porque no iba dejar perder así no más los 30 millones mensuales para alimentar su “oposición”, pero sobre todo, un espacio en el espectro político los próximos cuatro años que le alimenten su narcisismo patológico.
Menciono el narcisismo patológico del señor Gustavo, porque no hay nada más absurdo que convocar un plantón el mismo día que Iván Duque asume el poder del Estado. ¿Acaso Petro quiere honores de Estado o función ad hoc a la de Duque? Señor narciso, solo a alguien como usted se le ocurre hacer plantones, incendiando el país una vez más; esta vez contra el presidente que aún no ha tomado el control de las funciones del gobierno, no sea mal perdedor.
Doloroso lo que está sucediendo con la eliminación sistemática de líderes sociales,
los que realmente lo son;
no aquellos que están delinquiendo a placeres y se hacen pasar por “líderes”
Doloroso lo que está sucediendo con la eliminación sistemática de líderes sociales, los que realmente lo son; no aquellos que están delinquiendo a placeres y se hacen pasar por “líderes”, pero si esa es la razón de ser del plantón de Petro y Timo, hay que recordarles que eso es culpa del gobierno de Juan Manuel Santos, ¿por qué no reclamarle a él ese silencio cómplice que ha guardado frente a las masacres? ¿Por qué no reclamarle a este gobierno que no ha sabido salvaguardar la vida de los líderes sociales sean de izquierda, derecha o la vertiente que sean? Pronúnciense frente a la incapacidad del gobierno de Santos; Gustavo Petro usted calla porque era el candidato santista y quiere venir a endilgarle culpas a quien aún no arranca a gobernar. No confunda el empalme con la posesión presidencial.
Por otra parte, la gira del presidente electo por Europa y Norteamérica da un mensaje alentador y de esperanza a los colombianos, en relaciones comerciales, política exterior, pero sobre todo en lucha contra el narcotráfico, tema en el que él señor de los platones calla de manera descarada, y no arma hoguera social, ¡tan raro! Por fortuna este gobierno dará una lucha sin cuartel en la erradicación de los cultivos ilícitos para acabar con el flagelo del narcotráfico que tanto mal le hace al país; por eso, primero que todo, a reducir esas doscientas mil hectáreas sembradas de cocaína para hablar de una paz verdadera.
@josiasfiesco