Hasta hace pocos años, crear un buen mapa era una cuestión de expertos. Cartógrafos, topógrafos, geógrafos y demás profesionales recababan la información de latitud, longitud y altura de puntos de interés, trazaban calles y avenidas, delimitaban territorios y ponían esta información junta en un mapa. Pero con la llegada de los gps, los celulares e Internet, la posibilidad de recopilar información cartográfica la tenemos todos. No es de extrañar que el mismo tipo de comunidad que creo Wikipedia, la mayor enciclopedia que conoce la humanidad, haya decidido también crear un mapa comunitario que pretende ser el mayor mapa libre que conoce la humanidad, eso es Open Street Map -OSM-.
Yo soy parte pasiva de esa comunidad desde hace años y vivo enamorada de las cosas que hacen. Literalmente, aprovechando OSMand, llevo en el celular un mapa de dondequiera que este. Pero quizás lo que más me sorprende y llena de admiración de esta comunidad es el trabajo que realiza el equipo de acción humanitaria de OSM -HOT-. Ellos con su trabajo en tiempos de crisis permanentemente salvan vidas.
La primera vez que los vi en acción fue durante la ola invernal de 2010-2011 en Colombia. ¿Lo recuerdan? Las peores lluvias que ha sufrido el país en los últimos 40 años. Ante la inminencia de una tragedia, a finales de noviembre de 2010 se hizo un primer llamado a maperos voluntarios por la lista de OSM en Colombia, su objetivo: elaborar mapas de las zonas más afectadas. Por los mismos días el presidente Juan Manuel Santos declaraba el país en "Emergencia Económica, Social y Ecológica" y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Naciones Unidas -OCHA- realizaba la activación de la carta internacional de desastres. Tras la ruptura del canal de Dique que ocasionó la mayor inundación en la historia del Atlántico se pidió la colaboración del IGAC para que liberara la información cartográfica necesaria para gestionar la crisis pero no hubo respuesta. Otras instituciones y empresas internacionales (Microsoft/Bing, NASA, UNITAR/UNOSAT) liberaron información. Ante la necesidad, el grupo de voluntarios de OSM siguió alimentando su mapa con los recursos existentes con licencia para ser utilizados: imágenes satelitales, fotografías aéreas y reportes de periodistas y habitantes de la región. Se hizo un taller de mapeo en crisis en Cartagena especialmente pensado para voluntarios locales. Al final se logró el objetivo, tener información libre, valiosa y actualizada que se utilizó para los despliegues de atención humanitaria en el área afectada.
Esta historia de como un grupo de voluntarios de OSM trabajan en comunidad para construir un mapa libre que sirve de base para el trabajo humanitario no es una historia exclusiva de Colombia. El primer caso famoso fue el papel del HOT luego del terremoto de 2010 en Haití. En esa ocasión incluso dos de las personas más activas del grupo se desplazaron hasta Puerto Príncipe para coordinar acciones, realizar talleres y recolectar información de campo. El siguiente caso emblemático fue el mapeo de la zona de Filipinas afectada por el Tifón Haiyan en 2013. El HOT se activó de forma previa a la catástrofe logrando generar, en los días previos al evento, mapas libres muy completos de la zona. Esta información se comparó con los nuevos mapas generados tras el paso del tifón para determinar el grado de afectación, las zonas más necesitadas de ayuda y las áreas seguras donde se montaron los campamentos de ayuda humanitaria. Desde la crisis en Filipinas OSM se ha vuelto el mapa oficial para desplegar ayuda humanitaria, su diseño libre, abierto y para compartir ha sido central en esta decisión.
Ahora la situación se repite en Nepal. La comunidad de HOT nuevamente se ha volcado a ayudar en la crisis. En menos de hora y media la noticia del terremoto llega a la lista. A las 4 horas ya se estaba realizando la primera llamada de coordinación internacional y en las siguientes horas se definen las tareas primordiales: dado que ya contaban con un muy buen mapa de la ciudad lo que se necesitaba era complementar la información de edificaciones en la zonas afectadas, trazar carreteras y puentes en caminos de montaña e identificar áreas abiertas que puedan ser usadas como helipuertos. A las 7 horas llega el primer reporte de campo del grupo local de OSM: el Living Lab de Katmandú -KLL-. Todos se encuentran bien y se preparan para pasar la primera noche al aire libre luego del terremoto. En menos de 20 horas el KLL ya tenía instalada una base local de respuesta, 2 horas después ya estaban en coordinación con Cruz Roja y emiten el primer reporte de necesidad de información para zonas específicas. Las métricas del primer día de activación son impresionantes, al llamado respondieron cerca de 800 maperos, se trazaron 24 000 caminos y 10 000 edificaciones. Un día y medio después del terremoto Cruz Roja pide un mapa actualizado para OSMand que quieren instalar en los celulares del equipo de rescate que sale en tres horas para Nepal. ¿Imposible?, no, 10 minutos antes del plazo el archivo ya está listo y tendrán actualizaciones cada media hora mientras dure la crisis.
El trabajo de estos voluntarios es extraordinario. La creación de mapas de base y sistemas de información para asistir la ayuda humanitaria contribuye tanto o más que las donaciones en dinero o alimentos. Sin esta información los equipos de rescate no sabrían a dónde llegar o qué necesitan llevar. Así que si quiere poner su granito de arena a este esfuerzo comunitario, súmese a este grupo de voluntarios y contribuya. Hay muchas tareas aún en marcha y todos podemos ayudar.
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