En la Colonia la subversión constante de negros esclavos condujo a la formación de las primeras guerrillas en América, en Colombia se llamaron palenques. Con la libertad de los negros esclavos en las décadas de 1840 y 1850 por acción de los gobiernos liberales radicales comenzó lentamente a mejorar la vida de los afrocolombianos.
Manuel Baena eligió hacerse ingeniero y lo logro, se le conoce como el primer negro ingeniero en la historia de Colombia.
Baena nacido circa 1890, en Remedios; viajó con su madre a Medellín y recibió clases en el Liceo Antioqueño, sección de la Universidad de Antioquia. En 1911 se gradúa de bachiller, su madre colabora con la subsistencia de ambos curando dolencias y vendiendo yerbas y brebajes.
Como se le hizo imposible estudiar ingeniería en Medellín viajo a Bogotá al año siguiente, la ciudad contaba en ese momento con una población aproximada de 120.000 habitantes. Trata y describe como monstruos por el trato interpersonal inhumano a personajes de la época como Gonzalo Mejía, Tulio Ospina, Carlos Cuervo Márquez, Rafael Uribe Uribe, José Manuel Arango Velásquez, Simón Araujo, ministro de obras públicas, etc, etc.
Baena se matriculó en la facultad de ingeniería en febrero de 1913 y se graduó en 1923, recibió el diploma de ingeniero de manos del ingeniero Pedro Uribe G, quien exclamo: “La Universidad Nacional de Ingeniería de Colombia, se siente honrada hoy al expedir a Usted el título de ingeniero civil. Ojalá su triunfo sirva de ejemplo a muchos”.
Su tesis de grado llamo: “Puertos marítimos existentes en el mundo y su establecimiento en países nuevos como Colombia”, el escrito trato de los faros y su director fue Pedro Uribe G.
En 1916 cuando hacia el tercer año de estudios se desarrolló una revuelta estudiantil, donde estos empapelaron las calles de Bogotá con carteles denunciando “La Rosca de la Escuela de Ingeniería”, cuando un profesor ganaba 40 pesos mensuales en la escuela, el rector Alberto Borda Tanco, ganaba 280 pesos oro mensuales y el secretario Pedro María Silva 200 pesos oro mensuales. A los días se logró la destitución de ambos.
La sede de la Escuela de Ingeniería quedaba en el actual edificio del Museo Militar al respaldo del Museo Botero y que dirige en la actualidad el historiador y teniente coronel Juan Fernando Rodríguez.
Para el año 1918 la gripa española sacude Bogotá, escuchemos a Manuel Baena: “Hoy viernes 1 de octubre ha empezado a azotar a la ciudad, una enfermedad espantosa, desconocida y terrible. Le dan el nombre de gripa y esta matando gente que es un horror. El lunes 11 de octubre acaban de darme de baja en la policía nacional a mi y a otros cuantos de los que ganamos 20 pesos al mes, con motivo de hacer economías. El gobierno quiere hacer muchas economías, demasiadas, y ha empezado con hacerlas con la policía nacional, con los infelices que ganan un pan, 20 pesos al mes. Y porque no habían de botar a los gordos, a los que ganan 500 o 1000 pesos al mes, ¿a los que roban millones y humillan al pueblo?”.
Después del grado de ingeniero en 1923 su situación económica mejoro pues fue administrador de la obra de la facultad de Medicina en Bogotá, edificio en la parte sur del parque de los Mártires, ingeniero segundo ayudante del ferrocarril de Nariño y tercer ingeniero de la Comisión de la carretera central del Norte.
(Rol de ingenieros nacionales-1934. Ministerio de Obras Públicas. Bogotá, editorial Manrique, 1934).
PENSAMIENTOS DE MANUEL BAENA
Todo padre pobre que hace nacer hijos, es un criminal puesto que no tiene conque darles una buena educación, y todo criminal merece ser fusilado.
La miseria y los sufrimientos hacen al hombre el ser desconfiado de todo, hasta de sí mismo.
Nada es mas hermoso que la naturaleza, ámala y respétala.
Mucha gente no tiene un hogar donde vivir, no tiene afectos familiares, ni cultura ni medios económicos para sobrevivir.
Escribo para los que saben que es dormir en despoblado o dentro de los parques abiertos, los que han pasado días enteros sin comer y han pedido limosna en las ciudades y en las vías públicas.
Tengo un monstruo infernal y terrible y de siempre: Comida y dormida.
(Baena Manuel. Cómo se hace ingeniero un negro en Colombia, editorial Arenas, Murcia, España, 1932).