En los últimos Gobiernos, y en las ultimas declaración y escándalos, se a dejado desvelar, la nuevas formas y modelos, para informar y distribuir información, no precisamente de fuentes confiables, si no de una distribución de información dañina que van tergiversar la verdad y los hechos que hacen mal formar la opinión de los lectores y del elector ante los sucesos que pasan sobre los gobiernos, los partidos políticos e ideologías que hay presentes en estas mismas.
Todos recordarán las escandalizadas elecciones presidenciales, donde los medios de información tomaron un papel como siempre fuerte y a mi concepto más ruin, se observó que algunos medios parecían politizados o más idiotas útiles, al informar sobre los diferentes escándalos dando prioridad, a los actores políticos que transformaban esas noticias en publicidad para sus campañas, ejemplo de esto es ver al Senador Uribe, lustrándose los zapatos al salir de la Fiscalia sin presentar pruebas, o cuando se publicaron el escándalo de Santos y dinero del narcotráfico a las elecciones del 2010, o del hacker Sepúlveda al que hoy a revelado más detalles de cómo se manejan los métodos de información para tergiversar la opinión de las personas a conveniencia del desprestigio de mentiras y de chuzadas sin olvidar que este método se parece a las formas en como el DAS recolectaba información de los periodistas y magistrados y políticos de la oposición de Uribe.
En este punto quiero hacer un énfasis para reflexionar no se han dado cuenta que en los últimos tiempos, diferentes foros de opinión, de periódicos, noticias, y sobre todo en redes sociales, se ha visto más actividad en participación política, y no precisamente de un debate con fuentes y sentido de objetividad, y fortalecimiento de la opinión a una crítica constructiva sobre el país, sino todo lo contrario, se ha visto como se bombardea a partidos políticos a periodistas, a Senadores, a páginas del gobierno a los periódicos, atacar sus opiniones a tergiversar las noticias y los hechos, en contra de ideologías. Hace parte de las declaraciones que hizo un trabajador de la oficina de Sepúlveda al TIEMPO, diciendo que ellos se encargaban de desprestigiar las campañas de los demás candidatos, el hermano de Sepúlveda también sale en un vídeo diciendo, cómo desde una conceptualización distinta de operan estas redes, para mejorar la publicidad del candidato del centro democrático, esto no es nada más si no el nuevo marketing político.
Este domingo Sepúlveda hace unas declaraciones aún más profundas, y que por supuesto el Centro Democrático no dudará en decir y publicar en redes sociales, que son mentiras, que es la Fiscalía la que presionó la declaración o que el periódico es de un familiar de Santos, tampoco duden que las opiniones se dispararán a favor y en contra, con mensajes de odio, que ahora ni se sabe, si son simpatizantes del partido político del centro democrático o son personas pagadas para hacer desmentir las acusaciones de las declaraciones, como cuando acusan, o y/o investigan a los ministros de Uribe y después se ve como se bombardean las redes sociales defendiéndolos y otro acusándolos, también otros ejemplos son como se ve atacando el proceso de paz en los diferentes medios de información, y como ha declarado Sepúlveda y el vídeo que se reveló de Semana son estrategias no solo con la carga de filtrar información del proceso de paz y de chuzar a diferentes miembros, sino utilizar la información para tergiversar la opinión del elector y mal formar el pensamiento del lector, a través de la publicación masiva de esta dañina información de odio, que se refleja de diferentes medio como se publica a la opinión publica, y como consecuencia de esta mal formación informativa termina por tener una población desinformada incoherente con los hechos los sucesos y las investigaciones que se hacen de estos políticos que no hacen más que dañar la democracia.
Ahora queda por pensar como una simple hipótesis que J.J Rendón quien acompañó las campañas políticas de Uribe y de Santos sea uno de los que pregonen esta nueva forma de marketing político.