Todo está listo para que este martes se apruebe el debate por paramilitarismo y narcotráfico contra el expresidente Álvaro Uribe en el Senado. La presión llegó de la Casa de Nariño desde donde le dieron un fuerte jalón de orejas a los congresistas de la Unidad Nacional por haberse dejado, en lo que se consideró una derrota electoral para los gobiernistas, que perdieran votos, particularmente de la U y los Conservadores, que prefirieron no arriesgar el pellejo y uniré a quienes querían hundir desde un primer momento el debate. La maniobra de Santos es lograr que la iniciativa sea aprobada en la Comisión Segunda del Senado de la que forma parte el propio Cepeda y cuyo presidente, Jimmy Chamorro, considera que este es el escenario apropiado y no la plenaria. Allí tiene asiento una mayoría cercana al Gobierno y hay solo tres escuderos del expresidente que no alcanzarían a bloquear nuevamente el debate como lograron hacerlo en la plenaria, en la que el único voto de los veinte que conforman la bancada del Centro Democrático fue el propio Uribe.
