En 1997, Carlos Eduardo Caicedo, un líder visionario, inspiró a un grupo de jóvenes universitarios para que soñaran y se comprometieran con la construcción de una gran Universidad; hoy casi 20 años después esa gran Universidad no es un sueño, es una realidad que está cambiando las vida de miles de jóvenes, no solo de Santa Marta y el Magdalena, sino de toda la Región Caribe y se ha convertido en un referente de gestión pública y compromiso social para todo el país.
Hace 4 años ese mismo líder, rompió la historia política de la ciudad y derrotó a las maquinarias de los de siempre, e inició la construcción de una visión de ciudad, que empezó a cambiar a pesar de la resistencia de quienes se han beneficiado de un modelo de gestión que privilegió la captura de lo público por grupos de intereses particulares, dejando en segundo plano la satisfacción del bienestar común y ciudadano.
Hoy, jóvenes de todos los rincones de santa marta, de todas las clases sociales y representantes de los sectores, nos unimos para gritar a una sola voz:
EL CAMBIO DEBE CONTINUAR…
Una vez que inicia el cambio por la equidad y la libertad, no importa el poderío de las resistencias, la transformación es imparable. Este ha sido el mensaje que los jóvenes samarios hemos ido comprendiendo poco a poco durante los últimos cuatro años, y la razón por la cual hoy expresamos nuestra decisión de asumir de manera contundente la responsabilidad de cimentar y desarrollar a nuestra ciudad de manera sólida y sostenible.
Conscientes del momento histórico que vive Santa Marta, las nuevas generaciones, los jóvenes samarios apoyamos el actual modelo de gestión y desarrollo que se implementa en el Distrito y nos comprometemos con su continuidad; en cabeza de quien hace varios años contribuyó al cambio de nuestra Universidad y ha sido parte activa del cambio de la ciudad:
Un administrador con gran capacidad de ejecución.
Un líder.
Una persona comprometida con la ciudadanía.
Un gerente de lo público, que busca generar oportunidades para el desarrollo profesional y personal de todos los samarios;
De un líder carismático que nos inspira a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores cada día.
De un hombre como RAFAL MARTINEZ, de origen humilde, pero caracterizado por sus valores éticos, por el respeto de lo público, por su empatía y su capacidad de construir consensos.
Porque representa todo aquello que los jóvenes samarios (hoy más unidos que nunca) deseamos y reclamamos en la actualidad…
- Una ciudad para todos y no para unos pocos;
- Una ciudad donde los jóvenes tengan acceso a una educación de calidad en todos los niveles;
- Una ciudad donde se implemente de manera plena la Ley del Primer Empleo y se garanticen condiciones favorables de acceso al trabajo digno y formal;
- Una ciudad donde los jóvenes cuenten con herramientas de orientación y apoyo para la prevención y atención del consumo de sustancias psicoactivas, embarazos no deseados, enfermedades sexuales, violencia entre otros;
- Una ciudad donde los jóvenes infractores tengan la oportunidad de ser resocializados a través de un sistema de responsabilidad penal juvenil que procure darles la posibilidad de que se recuperen para la sociedad;
- Una ciudad donde los jóvenes puedan aprovechar mejor el tiempo libre y cuenten con espacios para el desarrollo de actividades culturales, recreativas y deportivas;
- Una ciudad donde niños, adolescentes, Jóvenes, Adultos mayores, comunidades LGBTI, Afrodescendientes, Indígenas, población vulnerable y en condiciones de discapacidad tengan voz, participación y liderazgo en las decisiones que se tomen a nivel distrital;
- Una ciudad donde los jóvenes aporten a la construcción de una cultura de paz y sana convivencia.
- Una ciudad en la que los jóvenes no sean convidados de piedra y se entienda de una vez por todas que somos el presente y no el futuro.
Es por todo lo anterior que en esta histórica cancha, cuna de grandes deportistas, los jóvenes de Santa Marta alzamos nuestra voz en forma de propuestas para que aquellos, los de siempre sepan de una vez por todas que no nos representan.
Alzamos nuestra voz contra aquellos que durante décadas hicieron de la ciudad su botín personal, condenando a nuestros padres y a nosotros a una ciudad para pocos, mientras en la que las mayorías silenciosas se acostumbraron a mirar con indiferencia como se saqueaba una y otra vez el patrimonio público.
Alzamos nuestra voz para proclamar que el cambio iniciado con Carlos Caicedo debe continuar en cabeza de Rafael Martinez, quien se ha comprometido con seguir construyendo esa ciudad que los samarios y samarias merecemos y que durante años nos fue arrebatada por unos pocos, que hoy quieren reencaucharse en nuevos personajes que no son más que vino viejo en odres nuevos.
Levantamos nuestra voz como una sola voz, para decirle a aquellos, los de siempre, que no nos representan. Que nuestro representante es alguien como tú y como yo, alguien que ha crecido con los mismos problemas y necesidades de miles de samarios, alguien que a través de la educación ha logrado salir adelante y ser parte de los proyectos de cambio más significativos en nuestro territorio.
Alzamos nuestra voz, para decir que el cambio de Santa Marta se consolidará con una victoria histórica, en la que con CIEN MIL VOTOS le demostraremos a aquellos... los de siempre, que santa marta ya nos les pertenece, que ahora le pertenece a los ciudadanos y nosotros los jóvenes seremos valedores de ese compromiso, para que el cambio que hoy se toma Santa Marta se extienda a todos los municipios del Magdalena, al Caribe y al resto del país, y para que esa clase politiquera que nos ha llenado de vergüenza sea desplazada por una generación que creyó en el cambio y en la transformación democrática de un territorio cuna de grandes hombres y mujeres que hoy decimos presente, por siempre y parta siempre. Con Rafa, nuestro Alcalde.
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