El productor y DJ Nicolás Santacruz, propone una expresión musical inspirada en los sonidos del pacífico colombiano para conciliar las memorias sonoras ancestrales de esta región y el desarrollo contemporáneo del panorama musical en el país, porque considera necesario un reconocimiento del mestizaje y una exaltación al capital cultural colombiano.
La producción Manifesto, estrenada el pasado lunes, se construyó sintetizando de forma digital grabaciones de instrumentos típicos del pacífico colombiano, como la flauta de carrizo; la tambora; el cununo y la guasá. Integrando estos sonidos ancestrales de la africanidad colombiana a ritmos contemporáneos como es el género de música electrónica house.
“En Colombia se está creando bastante música electrónica. Se están teniendo en cuenta estándares internacionales y referentes generalmente europeos para crear este tipo de música. Lo anterior, es enriquecedor para integrar la cultura global a nuestro abanico musical. Sin embargo, los productores estamos ignorando incorporar lo ancestral en nuestras obras. Conectar la música raizal con la música plástica podría darnos luces a cerca de la conformación de un género actual y autóctono que finalmente marcará la innovación y diferenciación cuando la música que producimos logre escucharse en el exterior. Así mismo, a los colombianos nos da la posibilidad de encontrar un reconocimiento personal de nuestra historia y nuestra evolución musical.”
Su producción más reciente busca equilibrar la balanza entre el pasado y el presente, la selva y la ciudad, el litoral y la calle, lo ancestral y lo contemporáneo, para lograr un mestizaje que transcienda de lo musical a todos los aspectos de nuestro desarrollo social, logrando implantar un axioma que admita reconocernos como colombianos, latinos y mestizos.
Santacruz ha liderado desde abril la iniciativa “Que La Música No Muera”, que consistió en invitar a artistas de todo el territorio nacional a participar en una producción cooperativa y regida por la co-creación de su primer álbum de estudio The Age Of Planck. Lo anterior, como un incentivo a la producción musical remota en tiempos de cuarentena por COVID-19. Así mismo, ha sucedido con Manifesto, que para su comunicación también contó con artistas inspirados por el pacífico.
El diseñador Juan Carlos Giraldo Cajiao apoyó el contenido gráfico de la melodía mediante una ilustración inspirada en los paisajes del pacífico y llevada al Pixel Art para hacer congruencia con la línea gráfica de la iniciativa Que La Música No Muera.
Para el acompañamiento gráfico de la producción, se utilizaron pinturas en tinta china por Juan David Botero, artista visual y caleño, quien se inspiró en los cuatro elementos: agua; fuego; tierra y aire; para representar el pacífico colombiano, sus colores, texturas, sensaciones y figuras.
En adición, Mauricio Giraldo, morador y amante del litoral pacífico de nuestro país, compartió su registro visual con el productor musical para ilustrar escenarios que inspiraron la creación melódica. Giraldo, es el fundador del hotel Madreagua ubicado en Arusí, Chocó. Oriundo de Medellín, el antioqueño ha visitado la zona chocoana desde los doce años, con el tiempo compró un lote y empezó a levantar el hotel respetando la tradición arquitectónica de la región. Por ende, Madreagua fue elaborado con materiales locales como la hoja amarga, utilizada por los indígenas nativos para construir techos y heredada a las comunidades afro que ocuparon el territorio. La obra se realizó a manos de carpinteros nativos. El hotel se ha convertido en un amuleto cultural que permite que todos tengan acceso a conocer el litoral pacífico del Chocó.
El productor musical y DJ de 27 años, se ha reconocido como el abanderado del género Afro House en Cali y en sus shows siempre incluye melodías que evocan nuestros ancestros africanos y nos conectan con la cultura que indudablemente corre por nuestra sangre mestiza y diversa.