Entre burlas y comentarios mordaces las redes sociales han caricaturizado la última aventura del senador por la ASI Jonathan Tamayo, conocido como “Manguito”, el mismo que se eligió por la coalición Decentes (liderada por Petro y Gustavo Bolívar) y que con su llegada al Congreso se convirtió en un uribista de primera línea. Al parecer, Manguito no tenía claridad sobre el articulado de un proyecto de ley en el cual es ponente, es decir, el “honorable” trovador convertido en senador no tenía la más mínima idea sobre un proyecto de ley que busca establecer el requisito de una tarjeta para periodistas y crear un tal Consejo Profesional del Comunicador Social. ¿Para qué? Eso fue lo que no pudo responder el senador ante unas preguntas en la W. Algo delicado porque ese proyecto pasó a la plenaria del Senado y él como ponente tiene la obligación de conocer en detalle el articulado. Para eso le pagan y muy bien.
Manguito es el clásico ejemplo de personajes que ocupan curules en las corporaciones públicas sin tener mayor formación o conocimiento de lo que allí se hace (reedición de Perea, el Concejal Lucho o Moreno de Caro). A pesar de contar con una Unidad de Trabajo Legislativo cuyo presupuesto mensual asciende a la bobadita de 40 millones de pesos, ¿quiénes son los asesores o asistentes que apoyan al ilustre senador en el estudio de las ponencias o el diseño de los proyectos que parece desconocer? Pues anda algo desinformado o tiene muy poca comunicación con su equipo porque su respuesta ante una pregunta, en la cual debía tener absoluta claridad como ponente del proyecto e integrante de la Comisión Sexta del Senado, evidencia que no sabe dónde está parado.
Esto resulta bastante problemático porque a Manguito le están pagando más de 30 millones de pesos mensuales, plata del bolsillo de todos los colombianos (eso no lo podemos olvidar), por hacer lo mínimo para un congresista, es decir, leer y estudiar las ponencias y proyectos de ley. ¿Lo está haciendo? Acaso, ¿está votando y aprobando proyectos que ni conoce? No tengo nada contra Manguito o su condición de trovador, tampoco lo cuestiono porque haya llegado al Senado arrastrado por el listado liderado por Petro para convertirse en el trovador oficial del uribismo, afortunadamente no voté ni votaría por él, pero si le digo, que se tome con seriedad su trabajo y le responda al país con compromiso. Los colombianos también debemos hacer una reflexión sobre el tipo de personajes que estamos llevando al Congreso. Una trova para Manguito:
Sea más serio senador, pa eso le pagan bien, estúdiese los proyectos, ¿o es otro vago también?
