Todos los Comandantes de las Autodefensas coordinaron operaciones con los Comandantes de las bases militares del Ejército y la Policía en las zonas del sur de Córdoba, el Catatumbo y la frontera con Venezuela.
Así lo afirmó el paramilitar Salvatore Mancuso en la segunda de cuatro sesiones de la Audiencia Única de Verdad ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) y mencionó, entre otros, el nombre del general Mario Fernando Roa, director de Inteligencia del Comando General del Ejército, con quienes se coordinaron acciones conocidas en el país para que los paramilitares no tuvieran problemas.
En Cúcuta, la coordinación hecha con el coronel Matamoros, permitió que el frente Catatumbo creciera y se convirtiera luego en Bloque cuando corría el año 1999. “El Ejército iba por la carretera y nosotros a lado y lado. El Comandante Camilo se sentaba con ellos, compartía información que nos permitía entrar a la Gabarra, por ejemplo, y a un pueblito de donde la guerrilla había sacado a la policía y al ejército. Allá hubo una masacre y luego pusieron un puestecito. Las coordinaciones siempre estuvieron en Gabarra y Tibú desde que entramos hasta que salimos, no hubo una operación que no se coordinara” y mencionó también en ese punto al Teniente Alexánder Gutiérrez.
Estas llamadas operaciones contra el enemigo interno se hicieron contra personas fueran apoyo o señaladas de pertenecer a las filas de la guerrilla. Como los muertos y cadáveres eran muchos, los altos mandos militares le pidieron a Carlos Castaño que desaparecieran los cuerpos. Mancuso y sus hombres para no tener problemas con el Ejército empezaron a quemar cuerpos en una antigua ladrillera y otros los llevaron a territorio venezolano para no afectar las hojas de vida de los militares y policías que los apoyaban. Se estima que en Venezuela puede haber cerca de 200 cadáveres.
Aquí puede ver la segunda sesión completa de Mancuso en la JEP:
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