¿Quién no ha escuchado esta popular frase?, la cual se ha convertido en el consuelo de aquellos que por una u otra razón vivieron sin un padre, la importancia de una mamá en un hogar es casi que una verdad absoluta, no está sujeta a debates y tiene un amplio consenso en la sociedad.
Las creencias religiosas refuerzan esta idea, por ejemplo, en la religión católica profesada por la mayoría de los colombianos, el papel de la Virgen María es venerado, mientras que el de José pasa desapercibido, incluso para aquellos que creen que en la naturaleza está dios, solo existe la madre tierra, pero del padre nada.
El fervor que generan una mamá se evidencia en mayo, cuando se celebra el día de las madres, es casi que imposible entrar a un restaurante para festejar, bien sea porque las largas colas o porque simplemente no hay disponibilidad de mesas, algo bien diferente a lo que pasa en el día del padre, donde las mesas sobran y las filas desaparecen.
¿Son las madres más importantes que los padres?, ¿un padre puede ser cualquiera?, al punto que, si están ausentes en un hogar porque deciden abandonarlo, ¿la mamás pueden suplir su lugar?, para cada una de estas preguntas, la respuesta tiene un rotundo, no.
Los estudios lo demuestran, los hogares que sufren la carencia de un padre son proclives a caer en pobreza, las mujeres al convertirse en cabezas de familia tienen mayores afectaciones en la salud mental, y los hijos, sobre todo los hombres, está más expuestos a recurrir a la violencia, a cometer crímenes, a terminar en la cárcel, y al fracaso escolar.
La ausencia de un padre en casa que influya y direccione de manera positiva, es uno de los mayores problemas que enfrenta nuestra sociedad, se puede catalogar como una de las tragedias modernas. El caso del presidente Gustavo Petro demuestra de manera clara lo que les pasa a los hombres que viven con la ausencia de su figura paterna.
Nicolás Petro terminó cometiendo delitos, está en boca de todo el mundo y es probable que termine en una cárcel, porque como lo reconoció su papá, “no lo crio”. La realidad es que mamá solo hay una y también papá solo hay uno.