María Lucía Fernández se gana una suma significativa para hacer el papel de maestra de primaria. Trata a la audiencia como si fuera de párvulos o retrasada.
En su presentación de ayer (2 de junio de 2021), en Noticias Caracol de las 7:00 p.m., con alegría fingida entrevista al poco adelantado ministro de Salud.
En una explosión súbita, un arrebato de hilaridad, como es su costumbre, pregunta al despistado ministro las fechas para que los estadios de fútbol puedan recibir a la hinchada. Entre risas se contestan lo cerca que está ese día, como si este fuera un importante y vital anuncio para los colombianos.
Malú, como le dicen, puede tratar de la misma manera y con el mismo histrionismo desde un relato sangriento y escabroso (como el nacimiento de un bebé con malformaciones) hasta algo frívolo (como un gol)... y cerrar con su falsa sonrisa, que sabe le asegura el rating.
La presentadora, desde mi punto de vista, revuelve el estómago con su falsedad y pedantería. Hace creer que afuera no pasa nada. Corre el telón de una puesta en escena con dibujos pletóricos de felicidad, mientras a unas cuantas calles de su búnker Colombia duele... y arde.