Pese a que diciembre es una época del año en la que el amor y respeto debe sobresalir especialmente con los niños, se continúan evidenciando actos de violencia contra ellos. El más reciente informe de UNICEF Colombia revela que el maltrato físico y verbal contra menores aun es utilizado por los padres como medio de disciplina. 26% de las mujeres y 15.8% de los hombres han reportado golpear a sus hijos para reprenderlos; 48.6 y 38% de las mujeres y hombres, respectivamente, utiliza alguna forma de abuso verbal para castigar a sus hijos[1].
El maltrato infantil es una problemática que continúa vulnerando los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes. La exposición a diferentes tipos de violencia puede generar severas consecuencias en el desarrollo integral de los menores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce y define el maltrato infantil como “los abusos y la desatención de la que son objeto los menores de 18 años”, afirma que dicho maltrato incluye todo tipo de violencia “física, psicológica, abuso sexual, negligencia y explotación comercial o de cualquier otro tipo”.
Las cifras de maltrato infantil en el mundo son evidentes. Según datos de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el mundo el 23% de los niños reporta haber sufrido de maltrato físico, 36% maltrato emocional, 16% descuido físico y 26% abuso sexual[2].
Julio César Mancera, politólogo de la Universidad de los Andes, afirma que “una de las columnas vertebrales de mi gestión será la protección a los derechos de los niños víctimas de violencia y abuso, el fortalecimiento de la justicia para el restablecimiento de sus derechos, el acceso a la justicia, a una verdad plena, a la reparación y no repetición de dichos actos. En especial la protección a los niños y niñas víctimas de las FARC y grupos armados ilegales. Cualquier tipo de violencia sea sistemática o no, contra los menores de edad afecta de manera notable la construcción de una mejor sociedad”.
Y es que el maltrato infantil puede generar importantes consecuencias en el desarrollo de la persona en diferentes ámbitos sociales, además de traer impacto en la salud física y emocional.
La OMS señala que el maltrato infantil causa estrés, es asociado a trastornos cerebrales y afecta el desarrollo del sistema inmune y nervioso. Los adultos que en la infancia fueron víctimas de algún tipo de violencia tienen mayor riesgo de padecer depresión, obesidad, aumento de consumo de tabaco, embarazos no deseados, entre otros.
Además de las graves consecuencias físicas y emocionales, la muerte puede ser otro de los destinos a los que puede llegar un niño que sufre de violencia infantil. La OMS y la OPS evidencian que 41 mil niños menores de 15 años son víctimas de homicidio cada año. No obstante, estas cifras pueden ser mayores debido a la relación que se hace en ocasiones de las muertes de menores por otras causas[3].
El politólogo afirma que “una prioridad del cambio social en el país es garantizar medidas de gran dimensión para proteger a los niños, niñas y adolescentes de Colombia. Es por eso que el Estado, el Gobierno y el Congreso no pueden dar un mal ejemplo a la sociedad al permitir que grupos como las FARC no paguen condenas ejemplares por delitos a menores de edad y que además de eso, las víctimas no sepan la verdad de lo sucedido, no sean reparadas y no se les garantice que estos hechos no se vuelvan a repetir”.
Esta problemática debe generar un dialogo social amplio donde estén involucrados el Estado, el Gobierno, las Instituciones, los padres de familia y los niños, para entre otras cosas, educar en la identificación de las señales que pueden alertar sobre la presencia de un posible caso de abuso, violencia o maltrato infantil.
Por último dice: “fortalecer la cultura y la norma de la denuncia que proteja a la víctimas y no al victimario, entre muchos otros aspectos, deben ser parte de este diálogo social. Pero lo más importante es que las personas que van a depositar su voto para cambiar la sociedad lo hagan con aquellos que estamos comprometidos con una causa tan importante como lo es la protección de los niños”.
[1] Informe Anual 2016. UNICEF Colombia. https://www.unicef.org.co/sites/default/files/informes/ESP_INFORME_240417.pdf
[2] Maltrato Infantil. Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/child/Child_maltreatment_infographic_ES_rev1.pdf
[3] Maltrato Infantil. Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/child/Child_maltreatment_infographic_ES_rev1.pdf