En el Parque la Feria se relacionan tres sucesos: la inseguridad, la muerte violenta de las llamas peruanas y la impunidad del asesinato de Paloma, la yegua que llegó por maltrato animal en el 2014. Con relación de hecho, existe la posibilidad de que el asesino sea el mismo de las ovejas y patos que aparecieron muertos una mañana en el Seminario Menor. Las observaciones en los cuerpos de los animales tienen semejanzas si se relaciona el modo operandi del asesino: laceraciones a nivel genital, puñaladas en partes del cuerpo -cortes limpios y perfectos que advierten especulaciones de vandalismo y zoofilia- garrotazos en el cráneo y fractura del mismo.
Algunos habitantes del barrio la Feria dicen haber escuchado el asesinato de las llamas Natasha y Lulú en medio de la noche, mientras que el celador asegura no tener conocimiento del rondar de los asesinos, ni del trasegar de los mamíferos ante el lazo que las amarró y el cuchillo que las perforó.
El trabajo del celador consistía, única y exclusivamente, en cuidar las inmediaciones de la Biblioteca Municipal, en su labor nocturno no estaba estipulado vigilar los alrededores de la Plaza de Toros y menos asegurar la permanencia de los animales que dormían en su interior. En el mismo lugar asesinaron a Natasha y a Lulú, y en el mismo terreno se cuidaba a Paloma en el año 2014.
Recorriendo la Feria se entrevé algunos problemas de seguridad que contextualizarán el escenario del asesinato: en primer lugar, el único acceso a las instalaciones del Parque la Feria no es la puerta principal, existen por lo menos dos entradas más que son de fácil vía para los asesinos; en el lugar no se registra cámaras de vigilancia, la zona está en total despeje para el tránsito nocturno; desde la policía de Pamplona se presenta un escaso patrullaje, el cuadrante en los horarios nocturnos parece desaparecer y durante las tardes la presencia de la policía se limita a transitar por la fachada del lugar.
Natasha y Lulú
Los mamíferos peruanos Natasha y Lulú paseaban los domingos por la Plazuela Almeyda y durante la semana pasteaban o escupían cerca de las canchas sintéticas dentro del Parque la Feria. En el 2015 fueron asediadas con piedras y golpeadas con palos por transeúntes, la acción generó una denuncia y un malestar pasajero. En la mañana del miércoles 9 de Marzo las encontraron muertas. El levantamiento del cuerpo no ocurrió sino hasta medio día. Entre el espacio de las 7:20 am hasta las 9:00 am, tanto la administración como los animalistas buscaban con afán un veterinario profesional que esclareciera la escena. El Médico veterinario Oscar Caicedo Cabarico, del Centro Integral de Pamplona (CIMVET) fue el encargado de examinar las características del maltrato. El doctor Cabarico, amable y receptivo declaró que preferiría emitir juicios sobre la situación de los animales una vez que la fiscalía hiciera público el veredicto, por lo tanto, no fue posible obtener una información desde la óptica profesional médica del estado de los cuerpos.
Las alarmas en la ciudad se encendieron y los entes que tenían participación, voz y voto en el tema animal y ambiental se citaron en la Estación de Policía de Pamplona sobre la tarde del miércoles para entablar acciones alrededor de una problemática que no es solo animal, sino que incluye a los pamploneses en términos de seguridad y salud pública. En la reunión participaba un representante de ICA, un delegado de Empopamplona, Policía Ambiental, Inspección de Policía, el Secretario general y de gobierno, delegados del Departamento de Sanidad del Instituto Departamental de Salud, la Dirección Local de Salud y los Representantes del gremio animal.
Con la lectura de instituciones de nombres largos y pesados del escenario administrativo sobre la mesa de diálogo, se pensaría que el tema es grueso, denso y trascendental para la comunidad. El tema con claridad lo es, sin embargo, son los hechos dolorosos y de indignación municipal los que generan un temblor en la capa social para generar acciones urgentes y soluciones falencias que se presentaron en el pasado.
Entre tanto, los habitantes de la ciudad han manifestado molestias por la sobrepoblación animal, por el índice de semovientes en zona urbana y por el escaso compromiso de administraciones en el caso; aunado a las molestias, el tema de inseguridad es una constante.
Karina Suárez, representante animalista y concejal, es clara y enfática en las acciones que se deben implementar en Pamplona para que no se presenten casos como el de Paloma, el de las Llamas y los distintos animales maltratados por arma blanca en los parques de la ciudad. Entre las medidas serán necesarias las jornadas de socialización de la ley contra el maltrato animal (ley 1774 del 6 de enero) para ubicar en el espectro los alcances, capacidades y acciones de los organismos municipales; y la ubicación de un lote para el Centro de bienestar animal. Paralelo a “otros proyectos que estamos formulando, en relación a la comercialización, tenencia y registro de animales, existe el compromiso y el primer acercamiento con la nueva administración y demás autoridades” expresa la concejal pamplonesa.
¿Coso municipal o Centro de bienestar animal?
Las preguntas que los habitantes de Pamplona se realizaban con la intensión de encontrar razones que los sacaran del estado de indignación en la mañana del miércoles, giraban alrededor de las siguientes fórmulas: ¿En dónde estaban los celadores? ¿En dónde están los vídeos de las cámaras de seguridad de la Feria? ¿Por qué hay animales semovientes en las instalaciones en la Plaza de Toros? ¿Otro asesinato más que quedará en la impunidad?
En el diálogo de las entidades competentes de la ciudad de Pamplona en la Estación de Policía se tomó como punto importante la vigilancia del Parque la Feria, para ello, los celadores no solo contemplarán como rango de seguridad la Biblioteca Municipal, sino las inmediaciones de la Plaza de Toros. El subintendente Bermúdez de la Policía Ambiental asegura que las autoridades se están movilizando para controlar y aplicar la ley del maltrato animal, que cuenta con dos artículos en el código penal.
Ante las respectivas investigaciones y la denuncia impuesta por el Alcalde Ronald Contreras como primera autoridad del municipio por el Caso de las Llamas, se establece disposición, compromiso y acción para que el suceso sea investigado con la importancia que merece.
La denuncia que se instauró como asesinato de persona y no como asesinato de animal, es un paso importante en el municipio que presenta antecedentes en muertes violentas como la de Paloma y las ovejas del Seminario Menor, hechos aún impunes. Frente a la denuncia considerada un avance, se debe establecer la relación de igualdad entre ser humano y animal sintiente. Para Karina Suárez “a los animales se les deben dar la importancia correspondiente ante la ley”.
La incomodidad del sector de la Feria y Seminario Menor por los animales semovientes es un hecho que no es reciente. El vecindario impuso una acción de tutela con el fin de reubicar a los animales en un lugar con las óptimas condiciones y el cuidado necesario. Seguido a la acción de tutela, el propietario de Natasha y Lulú no contaba con el permiso de la administración municipal, por lo tanto, se le exigía retirar los mamíferos del lugar.
En el caso hipotético, si las hubiera retirado del lugar ¿En dónde se reubicarían? Si la policía ambiental o municipal hubiera incautado los animales al propietario ¿A qué lugar se podrían llevar? especulaciones a las interrogantes hay muchas, pero la respuesta concreta y acertada es un Coso municipal o Centro de bienestar animal.
Las autoridades abogan por un Coso municipal y los animalistas no les parece tal decisión, contrario a este proponen el Centro de bienestar animal. Karina Suárez como animalista manifestó ante las autoridades que “los cosos municipales mantienen una característica y es que cuentan con un tiempo específico en los cuales, si los animales no son reubicados, perfectamente se pueden destinar a sacrificio” y añade “lo que nosotros queremos es un Centro de bienestar animal que no se convierta en un sacrificio contra los animales de forma sistemática”.
Del Centro de bienestar animal se tienen los diseños y bosquejos generales para el funcionamiento, pero existe un inconveniente que ha retrasado su implementación; más allá de la gestión del lote que se estima para la mitad del año 2016 con la ayuda de los estamentos correspondientes, la administración de Pamplona no ha destinado recursos para los animales.
Si no hay recursos para los animales en Pamplona con facilidad la molestia por el tránsito de semovientes en la zona rural será costumbre, el maltrato animal será una constante y la sobrepoblación de animales domésticos abandonados en la calle se verá como un problema de salud pública con una importancia pasajera. A partir de las presentes situaciones en Pamplona, en la formulación del proyecto de acuerdo por una política pública para la protección integral de los animales presentado en agosto del 2015, se expone la adición de una parte del presupuesto de rentas y gastos del municipio para el tema animal, es decir, “un pequeño presupuesto o gran presupuesto con el que se pueda decir que Pamplona ya cuenta con estos recursos para empezar a atender a los animales” expresa la concejal pamplonesa.
De la palabra a la acción
Ante la situación que no solo es animalista, sino social y municipal, se deberá hacer hincapié en los siguientes puntos, que a manera de conclusión y reflexión se generan:
- Existe en la comunidad un estado general de alerta e indignación por la muerte de los animales de forma repentina y cruel. Los asesinos desconocidos aún deambulan por las calles de la Ciudad Mitrada y, tanto las autoridades como estamentos han decido incrementar la seguridad y los mecanismos para que situaciones como el Caso de la Llamas y Paloma no desemboque en situaciones peores, por ejemplo, el ataque contra seres humanos.
- De la situación anterior se deriva el incremento de seguridad; estar rodeados de cámaras de seguridad no significa que los ciudadanos estén seguros, pero por lo menos es un analgésico y un punto de partida para identificar a los ladrones, maltratadores y violadores en lugares transitados de Pamplona. En el lugar de los hechos se ha dispuesto un proyecto para ubicar dos cámaras de seguridad y un plan de acción para reforzar con policía el cuadrante del Parque la Feria.
- La sugerencia realizada por el Subintendente Bermúdez de la Policía Ambiental de Pamplona es mantener comunicación constante con la policía y alerta temprana de sucesos en el cuadrante. Desde otra parte, el problema social que se infiere del maltrato animal no debe ser omitido por los ciudadanos y autoridades municipales, se entiende que debido a la ausencia de un Centro de bienestar animal se presenta un problema de salud pública en las calles y una constante vulneración de los derechos animales.
Sin embargo, el vandalismo toma acciones en el asunto al presentarse casos como maltrato animal en donde las armas son garrotes, piedras y puñales que afectan a los perros en los parques de Pamplona; el abandono y envenenamiento de animales callejeros es un indicio que debe ser valorado, al igual que la pocas alternativas de cuidado a animales semovientes.
Ante los hechos registrados, es conveniente realizar jornadas de sensibilización animal en la ciudad de Pamplona. Un compromiso entre la normativa y las autoridades del municipio deberá ser replicado en colegios, universidades y empresas. De igual manera desde el concejo de la ciudad se dispone acciones de veeduría frente a temas de la presente índole; la exigencia y el seguimiento de las acciones de la administración permitirán solventar futuros maltratos animales, y desde otro ambiente, futuros robos, violaciones y trasgresión del núcleo familiar.
Los hechos de maltrato animal y violaciones en el municipio no pueden quedar impunes, si bien es cierto que la indignación pueda durar una o dos semanas, también lo es que el maltrato animal seguirá siendo una constante mientras el comportamiento ciudadano siga siendo un aíre pasajero y una aceptación de la rutina; mientras el plan municipal de seguridad y la adecuación de un Centro de bienestar animal se ejecuten de manera coherente, responsable y aterrizada, muchos de los robos y maltratos en la Ciudad Mitrada se podrán mitigar.