Malas compañías
Opinión

Malas compañías

A veces da para pensar que los grupos de los “buenos” no pasan de ser un grupo de personas cuya pata huele a cadena

Por:
febrero 24, 2017
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Resulta siendo un lugar común pensar que si una persona “buena” se mete dentro de un grupo de “malos” y persiste en su bondad, no pasan tres días sin que sea fulminantemente despedido si no llega a demostrar rasgos notorios de maldad. Las costumbres deben prevalecer.

¿Y al contrario, qué ocurre si uno de los “malos” entra a trabajar para los “buenos?  Pues tristemente nada ocurre y todos los “buenos” estarán siempre convencidos, por mucho que digan con o sin pruebas,  que todo lo que afirman sobre aquella persona no pasan de ser actos viles de cierta oposición.

Y los ejemplos sobran. No hay partido político que no se deshaga de su miembro salvo que contra él recaiga una sentencia condenatoria debidamente ejecutoriada y contra la cual no valga recurso alguno. Es más, pese al fallo judicial, habrá quien arengue por su inocencia y buena fe.

 

Lo último acontecido con la Iglesia Católica deja clara la película.
Que un joven sea acosado sexualmente por un cura
no puede ser culpa diferente a los padres del menor

 

Lo último acontecido con la Iglesia Católica deja clara la película. Que un joven sea acosado sexualmente por un cura no puede ser culpa diferente a los padres del menor y casi llegan a afirmar que la responsabilidad penal es de ellos. Alarma de forma especial que contra aquella posición agresiva y repulsiva de la Arquidiócesis de Cali no hay pronunciamiento de instancias superiores. Solo el silencio.

A veces da para pensar que sencillamente los grupos de los “buenos” no pasan de ser un grupo de personas cuya pata huele a cadena.

¿Y la sociedad?

Silenciosa.

 

Y hablando de …

 

Y hablando de  incongruencias, alarma, por decir lo menos, las opiniones ofrecidas por el alcalde de Bogotá sobre el metro subterráneo. De un lado, subestima al usuario del transporte público al anotar que el metro le parece “sexy” cuando nunca lo ha usado y más grave cuando define la acción de tomar el metro como “meterse bajo tierra como una rata todos los días, en unos túneles que huelen a orines.”.

Si eso lo afirma el creador del Transmilenio....

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