Algo no funciona bien en la organización Char, aquel grupo sabanero que un día llegó a probar suerte a Barranquilla y montó el Olímpico, una pequeña droguería, y después compró una emisora. Al mal momento que vive el equipo Junior en el rentado colombiano y la irrupción de más de dos mil supermercados ARA, se suma el mal momento de la Organización Radial Olímpica, que ya no ocupa los primeros lugares en algunas ciudades, y mantenerse le es cada día más costoso. Hacen todo tipo de malabares.
En el caso de Sincelejo, siempre que hacen reuniones evaluativas, aparece una emisora que los desvela, Unisucre FM Estéreo, radio universitaria alternativa, que pese a sus problemas técnicos, es como un oasis en medio de tanta bulla. La gente, aburrida del sonido fiestero del gol que no es gol, se volvió nómada. Simplemente cambia el dial. Uno de esos oyentes inteligentes, es Libardo, un vendedor de tinto que no se desprende de su radio.
“Solo oigo Olímpica para la lotería, a las cinco de la mañana y después oigo algo que me nutra, eso de se metioó no va conmigo”, dice Libardo, como muchos otros que se aburrieron de la yuca.
En Sucre hay nuevas alternativas como Radio Policía Nacional y Radio Vida, que promueve mensajes religiosos y música alternativa. Hasta en los talleres de desvarar carros, se oye música religiosa. “La gente busca mensajes positivos y menos alharaca, porque los tiempos son difíciles”, dice la psicóloga, Paual Monterrosa.
Ante esta innegable realidad, la emisora de los Char ahora mete el mensaje religioso con el padre Alberto Lineros.
La emisora de los Char en Sincelejo, aunque se oye, cada vez es menos, por eso cada día son más los esfuerzos para ir con los cambios y la tendencia. Ante la aparición de la emisora de la Universidad de Sucre, que maneja las músicas del mundo y contenidos periodísticos, Olímpica montó Radio Tiempo, cuyo sonido es más parecido a Unisucre, para enganchar pautas. Esa estrategia de compra uno y lleva dos, le ha encarecido la operación en Sucre, dijeron fuentes cercanas.
Es tanto la mella de esta frecuencia, que incluso, ahora buscan, los de Olímpica, llevar su antena al lugar más elevado de Sincelejo, al lado de Unisucre, en un sector conocido como El Páramo.
A las cuatro de la tarde, Unisucre hace enlace con Valledupar, desde donde Maravilla Estéreo, en el programa Juglares, dirigido por un reconocido investigador, Julio Oñate Martínez, arrasa en sintonía. Ante esta realidad, los de Olímpica recurren a Diomedes Díaz, que no deja de ganar audiencia.
Para colmo de males, en Sincelejo se realizó una especie de cumbre de músicos sabaneros, encabezados por Lisandro Meza, Martin Madera, Juancho Nieves y sesenta mas, donde se criticó fuertemente a la radio comercial y a la comunitaria que imita a esta, en aquello que se llama la payola, que es pagar por poner. En Olímpica, advirtieron no se pasa música de los autores sabaneros, en detrimento de su arte. La situación está tan ardiente que amenazan con desempolvar leyes que buscan el equilibrio en la programación de las emisoras.
Mientras tanto, en Barranquilla se denuncia que los Char, atacados por estos flagelos, buscan en la política el fortalecimiento de sus empresas. Le tienen el ojo puesto a la Universidad de Atlántico, donde dice la prensa tienen su candidato y por otro lado, el periodista aliado, Jorge Cura, tendría burocracia propia en el municipio de Soledad.
La gente se pregunta. ¿Hasta dónde llegará este imperio?