Antes de que se acabe el año 2021, los magistrados y magistradas del Consejo de Estado a punto de tallar su nombre en la placa de la historia jurídica y climática de Colombia, cuando por fin profieran la sentencia sobre la legalidad del marco regulatorio del fracking (explotación de yacimientos no convencionales de petróleo y gas). En las universidades de Colombia se leerá y estudiará con minucia esta sentencia, que será inmediatamente un referente de la jurisprudencia ambiental y climática del país, y que probablemente será traducida al inglés como ocurrió con la sentencia sobre el río Atrato de la Corte Constitucional (T-622 de 2016), que ahora es material de consulta en Facultades de Derecho en todo el mundo. Más importante aún, se apropiarán de esta sentencia para respaldarla o criticarla, los movimientos de activistas por el clima representados por la joven sueca Greta Thunberg o el niño colombiano Francisco Vera. La niñez y la juventud que se moviliza ante la crisis climática entienden perfectamente que las decisiones jurídicas y políticas sobre cambio climático afectarán sobre todo a las futuras generaciones, como ocurriría si el Consejo de Estado avala el fracking que permitiría la explotación de gas y petróleo en yacimientos no convencionales, lo cual generaría la emisión de gases que calientan el Planeta como el metano o el dióxido de carbono. Para conocer más sobre el fracking pueden ver este video pedagógico. No sobra recordar las dificultades económicas asociadas al fracking, cómo lo explica este análisis del portal financiero Bloomberg, y el riesgo jurídico del ‘fracking’ como ya ocurrió en Canadá donde una empresa de fracking demandó al Estado.
Este 12 de noviembre terminó la 26ª Conferencia de las Partes (COP por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en Glasgow, Escocia; donde líderes mundiales hicieron promesas insuficientes ante la crisis climática. Mientras tanto Greta Thunberg y otras personas activistas climáticas expresaban con contundencia la falta de acciones efectivas y estructurales ante esta crisis que ya nos afecta. En palabras de la misma Greta en Glasgow: “Adentro, son solo políticos y personas en el poder, pretendiendo que se toman nuestro futuro seriamente, pretendiendo que se toman el presente seriamente, de la gente que ha sido afectada por la crisis climática, (…) no más blablablá, no más explotación de la Gente, de la Naturaleza y del Planeta…”.
________________________________________________________________________________
Greta en Glasgow: “Adentro, son solo políticos y personas en el poder, pretendiendo que se toman nuestro futuro seriamente, pretendiendo que se toman el presente seriamente, (…) no más blablablá…”
________________________________________________________________________________
Que los magistrados y las magistradas del Consejo de Estado avalen el marco jurídico del fracking en Colombia tendrá una consecuencia directa en aumentar o no las emisiones de gases de efecto invernadero y en perjudicar o no los ecosistemas tan necesarios para la adaptación a la crisis climática. Es particularmente peligroso el gas metano emitido por el fracking, que genera mucho más calentamiento global comparado con el dióxido de carbono, como fue estudiado por el científico Robert Howarth de la Universidad de Cornell en Estados Unidos. De hecho, en el Consejo de Estado, en el expediente del caso sobre fracking, reposa abundante evidencia científica y testimonios independientes sobre los impactos climáticos y ambientales del fracking.
Estados Unidos, país pionero en la explotación de petróleo y gas en yacimientos no convencionales, también fue pionero en prohibir o declarar moratorias sobre el fracking, al experimentar de primera mano sus impactos. El Estado de Nueva York prohibió el fracking en 2014, seguido por los Estados de Vermont, Maryland, Oregón y Washington. En Bulgaria, Francia, Uruguay, Costa Rica, Holanda y España el fracking fue prohibido; y en los países que conforman el Reino Unido se declaró moratoria. En términos de la política pública de cambio climático, el Consejo de Estado francés ordenó reparar los perjuicios ecológicos por el incumplimiento del Acuerdo de París a más tardar el 31 de diciembre de 2022, incluida la insuficiente reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el gas metano. Igualmente, el Consejo de Estado francés reconoció que los planes de Francia no son suficientes para luchar contra el cambio climático y le puso como límite el 31 de marzo de 2022 para adoptar medidas adicionales para cumplir con sus compromisos en la materia. El derecho administrativo francés ha sido un referente para el derecho administrativo colombiano, esperemos que también lo sea en materia de cambio climático o de asuntos que tienen un impacto directo en las emisiones de gases de efecto invernadero, como ocurre con el fracking.
Reposa en los despachos de las magistradas y magistrados del Consejo de Estado un documento histórico con repercusiones de muy largo plazo en términos de adaptación y mitigación al cambio climático: la sentencia sobre el marco regulatorio del fracking. Ojalá que no sea este Alto Tribunal indiferente al clamor de las juventudes que protestan en Colombia, Escocia y el resto del mundo ante la crisis climática. Algo es seguro, estas juventudes movilizadas por el clima no serán indiferentes al contenido de la sentencia proferida por el Consejo de Estado sobre fracking y sus repercusiones ambientales y climáticas.