LAS PESADILLAS NOS HACEN DESPERTAR TEMPRANO.
Conflicto y política en el Magdalena
Con el suceso reciente de las amenazas por parte de los Rastrojos, mis atentos amenazadores, me recuerda el mejor momento de Hernán en la sierra, donde dio la orden de matar todo lo que oliera a izquierda, es decir, que la paz de la Habana, lejos la veo de Santa Marta y lo que más me preocupa es que el otro año cuando venga Hernán, se vuelva famosa nuevamente la frase “PARACO VOTA PARACO”.
Esta situación, en la distancia hay algo que no ha dejado de preocuparme constantemente: el rumbo político de mi ciudad y mi departamento. Si bien Bogotá recibe e incluye rápidamente a quienes tenemos el interés de la participación en la política, ella de por si es un escenario nacional que permite mantenerse activo y no dejarse imbuir por la melancolía del exilio inducido por las inciertas amenazas. La preocupación por el devenir del territorio de cuño me sumerge cada día en los trancones a pensar que será de mi querida tierra.
Es que la tierrita jala, como dicen nuestros viejos.
Esa melancolía me lleva a comunicarme permanentemente con los amigos, y es un ejercicio doloroso. Ese preguntar para escuchar de ellos como se mueve la “vaina política” en el Magdalena y sobre todo, en Santa Marta, mi querida samaria, duele con cocaá.
Lo que he escuchado no ofrece más que candidatos reciclados de los grupos políticos incrustados en el establecimiento, atornillados en el status quo que gestaron, de manera que por más que gusten y gasten de la fuente de riquezas que es el Magdalena no calman su sed de poder (avaricia).
Y es que basta con hacer un barrido por la clase política del Magdalena que hoy se encuentran en el Congreso y encontramos que de los 5 Representantes a la Cámara, 3 de ellos tuvieron que ser reemplazados por haber violado el régimen de inhabilidades, lo que coloquialmente llamaríamos “por tramposos”. Por ejemplo, Mónica del Carmen Anaya Anaya del Partido Liberal; Libardo Enrique García Guerrero del PIN e Issa Eljadue Gutiérrez del Partido Conservador fueron reemplazados por sus compañeros de lista: Jaime Enrique Serrano Pérez; Carlos Enrique Ávila Durán y Carlos Nery López Carbonó, respectivamente, lo cual no significa que el destino haya cambiado o haya intención de cambiarlo, No hay una apuesta a la ignota tierra del progreso y bienestar para los magdalenenses, ellos, los de siempre mantienen el status quo que tanta renta les otorga.
Pero sigamos recorriendo el paisaje político del territorio.
De los representantes que perdieron la investidura, la laxa sanción que recibieron dice no tanto de ellos como de un sistema de justicia que la sociedad clama cambiar y endurecer para castigarlos. De sus reemplazos, no hay mucho que decir, en especial de Jaime Serrano, quien para el portal congreso visible es casi invisible. Ninguno de los remplazos tiene investigaciones ni problemas con la ley según el portal mencionado. Sin embargo, es necesario resaltar que Carlos Avila Durán, el ahora representante por el PIN, partido que tiene mas parapolíticos presos, que congresistas en el parlamento, también fue remplazo del condenado parapolítico Jorge Luis Caballero Caballero, además ex gobernador del Departamento, es otro de los invisibles, por lo inútil e inexistente de sus actuaciones en favor del Magdalena. Por último. el eterno concejal de Santa Marta, Carlos Nery López, y quien junto a los mencionados anteriormente solo suma a las necesidades de nuestro Departamento ausencia de gestión.
Los otros 2 representantes a la cámara, Eduardo Agatón Diazgranados Abadía por el partido de la U y Roberto José Herrera Díaz por el extinto ALAS, no hay mucho que decir. Al respecto de Eduardo, solo quiero recordar el mencionado caso de A.I.S, del cual surgió un proceso de pérdida de investidura ante el Consejo de Estado y que hasta la fecha nada se sabe, tal como lo ha evidenciado el portal La Silla Vacía (Ver artículo) Demoras en fallo de proceso de pérdida de investidura.)Por el lado de Roberto Herrera no tengo mucho que expresar, más que el partido por el cual fue elegido no pudo obtener la cantidad de votos necesarios para conservar la personería jurídica y que eso se le atribuye a la condena por parapolítica del fundador, el ex Senador Álvaro Araujo Castro.
Para concluir, encontramos que la honorabilidad del recinto más alto de la democracia colombiana no es condición que se herede a sus inquilinos, ya que los honorables representantes se encuentran rodeados de una nebulosa de corrupción, presuntas amistades non-sanctas y de un ineludible vínculo con la política tradicional del departamento que me lleva a pensar que de no despertar pronto del letargo del magdalenense, nada cambiara, tendremos más de lo mismo, mas AIS, mas Drummnod, más derrames de Terlica, más robo de tierras de campesinos, mas vínculos de paras con políticos, entre otras. Todo ello ayuda a hundir en el olvido el derecho de todos a vivir sobre este suelo con la tranquilidad que le robaron a nuestros padres y a esta generación, sumiéndonos en la desesperanza de creer que esté presente es lo normal, pero todo mal sueño tiene un despertar temprano.
@stanbagar
